Dulces, golosinas, menúes de cadenas de comidas rápidas: todos estos productos se publicitan durante la emisión de programas infantiles. Especialistas advierten que dos de cada tres alimentos anunciados son poco saludables para los chicos.
12 de julio de 2017
(Lada)
Un estudio publicado en la revista Archivos Argentinos de Pediatría advierte sobre el rol que juega el marketing de los alimentos y bebidas como determinante del consumo de los más chicos. Así, tras analizar 402 horas de programación infantil y registrar 3.711 avisos publicitarios emitidos por todos los canales infantiles de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires y los programas infantiles en canales de aire, los investigadores del Centro de Estudios sobre Nutrición Infantil, de la Facultad de Química de la Universidad del Centro Educativo Latinoamericano, en Rosario, Santa Fe, y del Ministerio de Salud de la Ciudad de Buenos Aires, entre otros organismos, concluyeron que «la publicidad de alimentos y bebidas ocupó una quinta parte del tiempo de publicidad televisiva y que los grupos de alimentos más publicitados fueron los lácteos, seguidos por dulces y golosinas, productos de las cadenas de comidas rápidas y bebidas. Pero el dato más preocupante es que dos terceras partes de los alimentos y bebidas publicitados se consideraron poco saludables».
Al categorizar los alimentos de acuerdo con el modelo del semáforo nutricional –que mide el contenido de grasas saturadas, azúcares totales y sodio por cada 100 gramos de alimento y por porción– «se observó que cerca de la mitad de los alimentos y bebidas publicitados eran altos en azúcares; una cuarta parte eran altos en grasas saturadas; el contenido de sodio era elevado en el 15% de los alimentos y el de grasas totales, en el 16%», advierte la investigación.
La mayoría de estos productos son consumidos por los chicos mientras miran televisión, es el famoso «snackeo». Según datos de la Organización Mundial de la Salud, la Argentina a nivel regional es el país que registra la mayor cantidad de chicos menores de 5 años obesos. El marketing de los alimentos sin dudas influye en las preferencias alimentarias de los chicos, por eso es importante lograr un equilibrio que baje los riesgos para la salud. «Siempre es recomendable que el yogur sea descremado a partir de los dos años de vida. En el caso de los cereales, hay que elegir los que vienen sin azúcar: copos de maíz, los de salvado de trigo y los de avena. Además, hay que evitar los que son de colores», recomienda Romina Sayar, vicepresidenta de la Asociación Argentina de Dietistas y Nutricionistas Dietistas (AADYND).
Para Sayar, una alternativa buena, sobre todo para los chicos, es elegir los snacks sanos. «Se puede optar por diez o quince gramos de frutos secos, una fruta, un licuado sin azúcar o con leche descremada, cualquier yogur descremado o con cereales sin azúcar, un tostado de queso, panes integrales, dos o tres galletitas integrales; es decir, elegir alimentos que aporten nutrientes, fibra, calcio y proteínas», concluye.