15 de agosto de 2024
El CCC Floreal Gorini fue escenario de un gran acto para celebrar la vigencia del modelo solidario, crucial en la promoción de la inclusión y el desarrollo sostenible.
Otro mundo es posible. Mutuberría, Junio, Fernández y Jacquet encabezaron el acto en la sala Solidaridad.
Una sala Solidaridad desbordada y más de un centenar de personas siguiendo la actividad desde una pantalla montada fuera del recinto. Así fue el acto realizado en el Centro Cultural de la Cooperación Floreal Gorini, convocado para conmemorar el Día Internacional de las Cooperativas 2024.
Encabezado por Juan Carlos Junio, presidente del Instituto Movilizador de Fondos Cooperativos y director del CCC, el panel estuvo integrado por Graciela Fernández, presidenta de Cooperativas de las Américas y vicepresidenta de la Alianza Cooperativa Internacional (ACI), y Héctor Jacquet, gerente general de la Cooperativa Obrera y secretario de la Federación de Cooperativas de Consumo (FACC). La moderación estuvo a cargo de Valeria Mutuberría, coordinadora del departamento de Economía Social y Cooperativismo del CCC.
Los disertantes coincidieron en subrayar la relevancia del cooperativismo como un modelo transformador y necesario en el contexto actual. Desde las reflexiones sobre la historia y el impacto del cooperativismo hasta los compromisos para el futuro, destacaron cómo las cooperativas siguen desempeñando un papel crucial en la promoción de la solidaridad, la inclusión y el desarrollo sostenible. Con la designación del Año Internacional de las Cooperativas 2025 por parte de Naciones Unidas, el cooperativismo tiene la oportunidad de fortalecer su impacto y continuar contribuyendo a un futuro más justo y equitativo.
Crisis y oportunidad
En este marco, Junio reflexionó sobre la relevancia del cooperativismo en el contexto actual y señaló que aunque la fecha se celebra con algo de retraso, «este evento brinda una oportunidad para reflexionar sobre el momento político y social que enfrentan los países y los movimientos cooperativos». Junio sostuvo que el modelo solidario «sigue siendo pertinente y más necesario que nunca, especialmente en medio de la crisis generalizada del sistema capitalista y la crisis económica, social y cultural en Argentina». El presidente del IMFC evocó que a lo largo del tiempo el cooperativismo no solo ha experimentado un fuerte desarrollo sino que también ha ganado un mayor reconocimiento por parte de la sociedad y las autoridades. «Este aumento en la visibilidad es un reflejo del impacto positivo que el cooperativismo tiene en la sociedad, a pesar de las dificultades económicas y sociales», sostuvo, y advirtió que el movimiento «se ve como una fuerza con raíces fuertes y una historia rica que ha atravesado tanto épocas de crecimiento como tiempos de dificultades».
Frente a la coyuntura, Junio se refirió a la dura realidad del país, con más de 25 millones de pobres y millones de niños que pasan hambre y señaló que, en este contexto, el cooperativismo se compromete a abordar estas realidades. «El cooperativismo se siente parte y enfrenta desafíos culturales, sociales y políticos frente a núcleos minoritarios con gran poder, incluyendo el poder mediático. A lo largo de sus 150 años de existencia, ha demostrado su capacidad para contribuir en todas las actividades humanas, productivas y culturales, destacando su compromiso con los ideales de igualdad, fraternidad y libertad», subrayó.
A pleno. Representantes de entidades de todo el país colmaron las butacas y los exteriores del recinto.
Experiencia centenaria
A su turno, Jacquet hizo un repaso por la historia de la Cooperativa Obrera, que fue fundada en octubre de 1920 por trabajadores de Bahía Blanca y surgió como una respuesta a la necesidad de acceso a productos básicos como el pan, en un contexto de desafíos económicos y sociales. Jacquet subrayó que la cooperativa «no solo ha sido un pilar económico para la comunidad, sino que también ha sido un modelo de cómo las ideas cooperativas pueden prosperar y adaptarse a través de generaciones», y sostuvo que «a pesar de operar en un sistema capitalista que no siempre favorece a las organizaciones cooperativas, deben mantener su identidad y principios fundamentales para no desvirtuarse» y deben adaptarse «con los valores cooperativos de solidaridad y participación». Por otro lado, el dirigente se manifestó preocupado «porque no estamos resolviendo del mejor modo el proceso de identificación de la gente con su cooperativa» y señaló que, más allá de la identidad, es necesario reforzar el espejo donde se miran las nuevas generaciones y que vean reflejadas sus inquietudes «para poder defender a su cooperativa e identificarse fuerte con la organización».
Para finalizar, Jacquet concluyó que «la solidaridad está más vigente que nunca» y afirmó que tanto el cooperativismo como otras organizaciones solidarias «son esenciales para construir un futuro más justo y democrático». «No vemos otro modo que el mundo pueda tener un mañana mejor si no se construye a través de organizaciones en el terreno económico como las nuestras», sentenció y señaló que «la Cooperativa Obrera no solo representa un modelo económico exitoso, sino también una prueba de que los principios cooperativos pueden ofrecer soluciones valiosas frente a los desafíos del sistema económico predominante».
Presencia global
«Es claro que estamos en un momento propicio para el cooperativismo», dijo a su turno Graciela Fernández. En primer lugar, destacó el cumplimiento por parte del movimiento cooperativo de los Objetivos de Desarrollo Sostenible de la ONU. Además, resaltó cómo las cooperativas son «socios clave en el desarrollo en los territorios y en la comunidad» y agregó que promueven «la inclusión social» y proporcionan empleos dignos a sectores vulnerables como jóvenes, mujeres e indígenas, sacándolos de la informalidad y ofreciendo «un lugar digno de trabajo». «El Año Internacional de las Cooperativas 2025 es visto como una oportunidad para visibilizar el cooperativismo y fortalecer su presencia global», dijo, y resaltó que las cooperativas demostraron ser «los grandes innovadores en los territorios». «El modelo está vivo», sintetizó y subrayó que «Cooperativas de las Américas se ha comprometido a liderar esta visibilidad». Además, destacó la necesidad de adaptarse a los cambios tecnológicos y la digitalización y en ese sentido advirtió: «Tenemos que hacer alianzas con otro tipo de organizaciones que profesan, por supuesto, nuestros principios y valores». Finalmente, la dirigente hizo un llamado a la acción y resaltó: «Debemos buscar la promoción de políticas públicas que apoyen al cooperativismo». En este punto, enfatizó que es fundamental colaborar con Gobiernos, universidades y otros actores para promover políticas favorables y garantizar que el cooperativismo no sea solo una opción menor en el mercado, sino un modelo viable y relevante. «El movimiento cooperativo necesita acción y acciones concretas», dijo, e instó a aprovechar las oportunidades que el Año Internacional de las Cooperativas 2025 brinda para avanzar en el desarrollo económico, social y en la inclusión, enfrentando los desafíos y trabajando hacia un futuro más justo y solidario.
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