18 de octubre de 2024
El aumento en los precios de los medicamentos y la reducción de la cobertura del Pami impactan sobre los sectores más vulnerables. Barreras en el acceso.
Por las nubes. Según el Indec, el rubro de salud registró un incremento del 285,2%, en comparación con una inflación general del 266,1%.
Foto: Jorge Aloy
En los últimos meses, la venta de medicamentos viene experimentado una preocupante baja que involucra especialmente a los tratamientos crónicos y a poblaciones vulnerables como jubilados y jubiladas, pero también a quienes se quedaron sin cobertura médica por falta de trabajo, y a quienes no tienen ingresos suficientes para hacer frente a los excesivos costos.
La quita en la cobertura del 100% en muchos fármacos por parte del Pami incrementó de forma directa el costo para bolsillos, ya exiguos con jubilaciones que no llegan a cubrir la canasta básica, que según un relevamiento de la Defensoría de la Tercera Edad alcanza los $912.584, tres veces más que el haber mínimo, que en septiembre fue de $234.540,23 y lo perciben cuatro millones y medio de beneficiarios.
Datos recientes publicados por el Instituto Nacional de Estadísticas y Censos (Indec) también grafican que entre julio de 2023 y julio de 2024, el rubro de salud registró un incremento del 285,2%, en comparación con una inflación general del 266,1%. Si se analiza en detalle, la categoría de «productos medicinales, artefactos y equipos para la salud» tuvo un aumento aún mayor, del 289,4%, superando el índice de precios al consumidor (IPC) en 23,3 puntos porcentuales.
También el Centro de Economía Política Argentina (CEPA) publicó un informe que detalla que, desde noviembre de 2023, los fármacos utilizados por personas mayores subieron un 188,2%, superando la inflación general, que fue del 164,6% en ese mismo período, en tanto que los precios de los medicamentos con cobertura del Pami aumentaron un 254% desde noviembre, superando también los precios de venta al público.
La conjunción del aumento de los precios de los medicamentos, la pérdida de cobertura por parte del Pami y la baja de consumo refleja un panorama alarmante para la salud pública: la imposibilidad de acceder a tratamientos esenciales no solo deteriora la calidad de vida de las personas, sino que también genera costos mayores para el sistema de salud a largo plazo, ya que muchos pacientes acudirán a los servicios médicos con condiciones agravadas por la falta de medicación adecuada.
Esenciales
Un informe de la Confederación Farmacéutica Argentina (COFA) reveló una baja del 9,36% en las ventas de medicamentos en los primeros seis meses de 2024 comparado con el año anterior, con mayor impacto en los tratamientos crónicos.
Laura Raccagni, coordinadora del Observatorio del Medicamento, Salud y Sociedad de COFA, en diálogo con Acción, advierte sobre las graves implicaciones de esta tendencia. «Este es un análisis federal que abarca todas las provincias y lo que se refleja en los datos es un problema de salud pública en potencia, ya que cortar tratamientos crónicos tiene un impacto enorme. Además, muchas medicaciones pasaron a ser de venta libre y no están cubiertas por la seguridad social». Cabe recordar que la Administración Nacional de Medicamentos, Alimentos y Tecnología Médica (Anmat) hizo una calificación de fármacos que antes eran vendidos bajo receta y hoy ya no cuentan con esa cobertura.
La baja de ventas no solo involucra a los tratamientos crónicos, sino también a fármacos esenciales. Por ejemplo, entre enero y agosto de 2024, la dispensa de anticonceptivos cayó un 13,3%, pasando de 15,7 millones de unidades a 13,5 millones, «y esto –señala Raccagni– afecta a una población amplia, ya que estos medicamentos son usados mayormente por personas de entre 15 y 49 años».
Efectos. La quita en la cobertura del 100% en muchos fármacos por parte del Pami disminuye gravemente el poder adquisitivo de una población que no llega a cubrir la canasta básica.
Foto: Diego Martínez
Otros medicamentos para enfermedades crónicas también muestran una tendencia preocupante. Los antidiabéticos, particularmente los más utilizados, registran una caída en las ventas con una baja del 8% en los primeros siete meses de 2024. También disminuyó la dispensa de antialérgicos (20%) y productos para la disfunción eréctil (13%).
COFA destaca que, tras el repunte en 2021 y el pico de 2022, los primeros seis meses de 2023 marcaron el inicio de una tendencia a la baja que continúa en 2024. «La disminución en la dispensa de medicamentos representa una baja de 35,3 millones de unidades», advierte Raccagni y detalla que afecta particularmente a los antiinfecciosos sistémicos (-10,73%) y los productos del sistema respiratorio (-11,6%). Además, se observa una reducción significativa en los medicamentos para el sistema músculo-esquelético (-22%) y en los dermatológicos (-20%). «A pesar de la crisis económica y el estrés asociado, los productos del sistema nervioso también disminuyeron en un 3,2%», agrega la farmacéutica.
Para Raccagni, «una de las causas más graves de la disminución en el consumo de medicamentos es la quita de la cobertura del 100% en numerosos fármacos que antes cubría el Pami». A partir de la modificación del esquema de cobertura, una parte importante de los remedios cuentan con el 40% y el 80%, «lo que ha forzado a muchos jubilados a pagar una parte considerable del costo de sus tratamientos; para aquellos que perciben la jubilación mínima, pagar hasta el 40% de la medicación supone una carga insostenible y un gran problema porque restringe el acceso a medicamentos necesarios», lamenta la representante de la COFA.
Consecuencias
La disminución en el acceso a medicamentos tiene serias consecuencias y según Raccagni, «muchos pacientes han reducido las dosis para hacer rendir más la medicación, lo que es peligroso en el tratamiento de enfermedades crónicas». Además, cuenta que «los farmacéuticos comenzamos a notar que ciertos productos, como los oftalmológicos o los antialérgicos, tienen una baja en ventas que no es estacional. Por ejemplo, los productos para tratar el glaucoma, una enfermedad que requiere medicación constante, han disminuido un 8% en ventas».
Desde la Confederación Médica de la República Argentina (Comra) coinciden en el diagnóstico, advierten que los medicamentos este año «han aumentado mucho más allá de la inflación y muchos de los productos tienen un impacto muy alto en el bolsillo», y señalan que «muchos dejan o suspenden los tratamientos o los hacen de manera incompleta y ponen en riesgo su salud».
Si bien también hay productos genéricos y versiones más económicas de medicamentos, «incluso estas alternativas han caído más del 4%», dice Raccagni, y resalta que «esto muestra que, para muchas personas, incluso las opciones más accesibles se están volviendo inalcanzables» y concluye señalando el caso emblemático de una jubilada que pasó de tener todos sus medicamentos cubiertos al 100% por Pami a pagar más de 60.000 pesos mensuales en medicación: «Un costo insostenible con una jubilación promedio».