1 de diciembre de 2024
Viva tú
Manu Chao
Radio Bemba/Because Music
En el camino. El cantante no se desvía de la huella que inauguró con Clandestino.
Foto: Moises Saman (Magnum Photo)
En 1998 Manu Chao editaba el álbum Clandestino, que de alguna manera definiría musicalmente el fin del siglo y su andar por el mundo. Desde ese momento inauguró un sonido y una estética, entre el reggae, la chanson francesa, los ritmos latinoamericanos, la herencia sonora de la migración africana en París, el sonido acústico, los beats digitales y los estribillos como grafitis que podrían estar en las calles de cualquier ciudad del mundo, como una manera de contar la historia contemporánea en ráfagas de viñetas cotidianas.
La del ex Mano Negra fue una aparición original, que además respiraba un espíritu de libertad y se transformaba en un altavoz de las injusticias alrededor del mundo, como una radio que emitía señales desde los barrios populares de París, San Pablo, Barcelona, Buenos Aires o Colombia.
En poco tiempo, con ese cancionero nómade encarnó el mito del trovador existencialista, que va escribiendo lo que escucha y sucede a su alrededor, a la manera de un beatnik como el escritor Jack Kerouac, o con ese espíritu de viaje iniciático que redefinió al joven Che Guevara, cuando recorrió América Latina en moto y descubrió la riqueza cultural y la desigualdad endémica del continente.
El flamante Viva tú sigue siendo parte de ese viaje eterno. Las trece canciones nuevas funcionan como el regreso oficial de Manu Chao después de 17 años de pausa en el estudio de grabación. Su último disco fue La radiolina (2007), donde estaba uno de sus últimos grandes éxitos globales, «La vida es una tómbola», tema dedicado a Maradona.
No hay sorpresas en cuanto al sonido. Todo lo contrario, Manu Chao mantiene su curso y no se desvía ni un centímetro de la huella que inauguró con Clandestino: en el nuevo disco se rastrean las claves de su estilo y algunos de sus tics característicos. En esta producción aparece el pulso de la chanson francesa de protesta a lo George Brassens, el reggae heredado de Bob Marley, la rumba catalana, el hip hop y los sonidos brasileños y africanos, que atraviesan como mantras su música: un trip viajero montado sobre el timbre agudo de su instrumento –el bicho cordobés, una mezcla de guitarra y charango– y la caja de ritmos, donde aparece el clásico beat electrónico que semeja el sonar de un submarino, el loop de un acordeón o los samplers con sonidos de la calle.
Viva tú refleja los flashes de su nomadismo cultural. En «Vecinos en el mar», la canción que abre el disco, el cantautor franco-español habla de la paz y la libertad como un homenaje al himno partisano «Bella ciao». En cambio, en «Viva tú», una rumbita que da nombre al nuevo álbum, su cámara testigo hace un travelling por las historias pequeñas del vecindario, utilizando fragmentos de conversaciones, como en una película de Almodóvar.
Una rareza del trabajo es su encuentro con el icónico Willie Nelson para un tema country ideal para una biopic del pistolero Billy the kid. En esos cruces, la propuesta de Manu ensancha sus horizontes como un peregrino que va descubriendo enseñanzas en el camino. Así puede pasar a la cadencia ralentizada de la balada «Tú te vas», con la rapera francesa Laeti, cuyo flow actualiza su sonido, para pasar a la saudade de una canción bellísima como «Coraçao no mar», que podría ser un himno de los migrantes que naufragan en aguas abiertas.
En este viaje musical, Manu Chao atraviesa desiertos, selvas, montañas, pueblos y ciudades, con un espíritu asaltado por la «malegría» de vivir y una sensación de despedida permanente. En «Cuatro calles», una balada melancólica mitad ranchera, mitad bolero, que parece escrita por Joaquín Sabina, encuentra una de las joyas musicales: la pieza más triste y más hermosa del disco.
En Viva tú el cantante y compositor le habla al que está del otro lado recibiendo su mensaje y va sin apuro por la carretera, siempre en busca de una canción que lo ayude a sobrellevar las penas del mundo, una melodía honesta y una historia que contar.