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Crisis estructural

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Cristian Carrillo

El acceso a la casa propia en condiciones de habitabilidad y al agua potable y saneamiento se degradan desde principios de año. Cierre de organismos y falta de políticas.

Disponibilidad. 211.000 hogares (2,1% en todo el país) acceden a la red de agua por fuera de su vivienda. 

Foto: Jorge Aloy

Una dimensión de la pobreza, en paralelo a la medida en términos de ingresos, refiere a las condiciones de vida de las personas en los hogares, su acceso a la vivienda digna y a los servicios esenciales. El INDEC publicó hace unas semanas las cifras del primer semestre del gobierno de Javier Milei en materia de hacinamiento crítico, en virtud de las limitaciones que este genera a los miembros de los hogares en cuanto a privacidad, salud y generación de entornos aptos para el estudio y la socialización. Actualmente, viven en condiciones de hacinamiento crítico 201.000 hogares compuestos por 1.105.000 personas.

A la falta de servicios esenciales, como agua y cloacas, la administración de La Libertad Avanza responde disolviendo el Ente Nacional de Obras Hídricas de Saneamiento (ENOHSA), organismo que funcionaba como entidad descentralizada bajo la Secretaría de Obras Públicas del ministerio de Economía, un actor clave en la expansión y mejora de los servicios sanitarios.

La Encuesta Permanente de Hogares (EPH) elaborada por el INDEC arrojó datos contundentes sobre el empobrecimiento en el acceso a la vivienda para el primer semestre de 2024. Y en la misma senda se expresó la organización Inquilinos Agrupados en un informe construido en base a datos estadísticos oficiales. «En el primer semestre de 2024 la tasa de propietarios bajó un 0,7%, respecto del último semestre 2023, lo que representa 71.095 hogares que dejaron de vivir en casa propia». A la vez, señalan, «la tasa de inquilinos bajó un 0.5% y aumentó un 0.7% la tasa de ocupantes respecto del último semestre 2023. Esto quiere decir que 50.782 hogares inquilinos dejaron de serlo para tener que vivir en condiciones de informalidad (villa, ocupación, tomas de tierras, etc.)».

Se consideran hogares con hacinamiento crítico aquellos en los que habitan más de tres personas por cuarto. El 98% de los hogares, que alberga al 96,3% de las personas, habita en condiciones que no reflejan hacinamiento crítico. A su vez, en los hogares sin hacinamiento crítico, en el 85,7% habitan menos de 2 personas por cuarto y en el 12,3% habitan de 2 a 3 personas por cuarto. El 2% de los hogares que se encuentran en una situación de hacinamiento crítico, involucra al 3,7% de las personas. Ello implica 201.000 hogares compuestos por 1.105.000 personas.


Adentro o afuera
Las cifras del INDEC dan cuenta del daño estructural causado por las políticas de ajuste y pauperización social trazadas desde la administración Milei como ecuación central de su plan de gestión. Uno de los datos claves de este informe contempla la distribución de los hogares y las personas según la disponibilidad de agua en la vivienda, es decir, si acceden al agua dentro o fuera de su hogar. Al primer semestre de este año, se contabilizaron 211.000 hogares que accedían a la red de agua por fuera de su vivienda. Este guarismo equivale al 2,1% de los hogares del país, en donde viven 790.000 personas con dificultades para acceder a la red de agua. La ausencia de baños con descarga de agua también resulta clave para comprender los niveles de saneamiento dentro de los hogares. Al primer semestre de este año se detectaron 682.000 hogares con esta dificultad, situación que involucró a 2.567.000 personas (8,7% del total). Un año atrás, los hogares con esta dificultad ascendían los 642.000.

Tasa de propietarios. En los primeros seis meses de 2024 bajó un 0,7%, 71.095 hogares que dejaron de vivir en casa propia.

Foto: NA

El ente oficial también releva las condiciones de acceso a los servicios públicos de gas, electricidad y desagües cloacales. Al primer semestre el 45,5% de los hogares (4.617.000), en los que habita el 50,5% de las personas (14.959.000), no accede, al menos, a uno de los servicios considerados. Un año atrás, la cantidad de hogares con estas dificultades ascendían al 45,2%. Como se trata de indicadores vinculados a las condiciones de vida por fuera de los ingresos de las familias, los movimientos estadísticos señalados sindican una mayor pauperización estructural de la sociedad.

Como ya dijimos, en el primer semestre de 2024 la tasa de propietarios bajó un 0,7%, respecto del último semestre 2023, lo que representa 71.095 hogares que dejaron de vivir en casa propia. Por su parte, la tasa de inquilinos bajó un 0,5% y aumentó un 0,7% la tasa de ocupantes respecto del último semestre 2023. A mediados de noviembre el Gobierno eliminó el programa ProCreAr, que permitió a cientos de miles de familias el acceso a la vivienda, la ampliación y la mejora de construcciones existentes, mientras que los reemplazó por un programa de hipotecas divisibles, un tipo de crédito que posibilita que la deuda original y su garantía se dividan en partes independientes. Dentro de las características habitacionales que releva el INDEC se incluye el indicador de calidad de los materiales de la vivienda, basado en un grupo de variables referidas a los materiales constructivos de los pisos y techos y la presencia de cielorraso. Se tiene en cuenta la protección o el abrigo del medio natural y de factores ambientales adversos que dichos materiales proporcionan y, en función de ello, se establece la suficiencia o insuficiencia de su calidad. Al primer semestre de 2024, el 81,1% de los hogares y el 77,3% de las personas habitan en viviendas cuyos materiales poseen calidad suficiente. Por otro lado, el 6,4% de los hogares habita en viviendas cuyos materiales poseen una calidad insuficiente y el 12,5% lo hace en viviendas cuyos materiales poseen una calidad parcialmente insuficiente. En el caso de las personas, estos porcentajes ascienden al 8,2% y 14,5%, respectivamente. El 93,3% de los hogares (y el 91,3% de las personas) habita en viviendas que poseen baño con descarga de agua. En cambio, el 6,7% de los hogares no posee baño con descarga de agua, lo cual implica al 8,7% de las personas.

La cantidad de hogares que ingresaron a vivir en la informalidad es de 72.000. «El gobierno que repite como un mantra la defensa irrestricta de la propiedad privada ha logrado que en sólo 6 meses haya 71.000 hogares propietarios menos. Lo que demuestra que se profundiza y acelera la concentración de las viviendas en pocas manos», sostiene el titular de la organización Inquilinos Agrupados, Gervasio Muñoz.

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