6 de enero de 2025
Salgo esa mañana como todos los días, esquivo a un coche que hace dos días que está dando vueltas buscando un lugar donde estacionar y me encuentro con mi amigo Pepe Estátodobarbaro que venía con una botella de sidra convidando a todos los que se le cruzaban.
–Dolape, qué alegría, tomate una copita de sidra para festejar
–¿Qué querés que festeje? La Navidad ya pasó.
–Quiero festejar los éxitos económicos-sociales del Gobierno. La macro va cada día mejor, la inflación casi no existe, el dólar planchado, bajó la pobreza…
–Sí –lo interrumpí–. Dice que bajó 30 puntos en una semana. Es más fácil creer en los Reyes Magos que creerse eso.
–Son detalles, la gente cree en lo que le gusta, hay algunos que creen que la tierra es plana, que el calentamiento global no existe, que los jueces actúan de acuerdo a derecho… ¿Cómo no van a creer en un numerito del INDEC?
–De los numeritos del INDEC mejor no hablemos, porque me hace acordar de cosas que no me gustan –contesté–. Lo que sí te digo es que al peluca le gusta hacer malabarismo con los números. Como cuando dijo, a partir de la inflación de un mes, que la anual iba a ser del 17.000%.
–Y sí –contestó Pepe–, el tipo es un científico.
–Es el rey de la extrapolación. Con ese criterio si juegan River y Boca y a los cinco minutos gana River uno a cero, a los noventa van a ganar dieciocho a cero.
–Detalles, detalles, todo el mundo está en los detalles, nosotros estamos en la grande, en la macroeconomía.
–Mirá, Pepe, en el súper me aceptan la de débito, pero la macroeconómica, no –repliqué.
–Meros detalles –contestó Estátodobarbaro, y se fue con la sidra a convidar a una jubilada que estaba vendiendo su dentadura postiza porque ya casi no la usa.
Aprovechando que caminar por la vereda todavía es gratis, hago una cuadras y me encuentro con mi amigo Pepe Tecantolajusta, que labura como asesor de funcionarios, legisladores, políticos, empresarios, comerciantes, verduleros, lo que venga, siempre y cuando garpen.
–Pepe, dichosos los ojos. ¿Qué me aconsejás para este nuevo año? ¿Dólar? ¿Bonos? ¿Acciones? ¿Colita de cuadril? Decime.
–Mirá Dolape, este es un año electoral y viene con su propia dinámica –contestó.
–Escuchame, loco. En nuestro país todos los años son electorales. Desde 1810 hasta hoy cuando hay algo que hacer, o decir, primero se piensa si eso puede sacar o sumar un voto.
–En este año lo importante es llegar. Y si ya llegaste, lo fundamental es quedarse. Y ambas cosas se hacen con guita. Así que yo aconsejo comprar boletos del caballo ganador. Ahora, quien será, no lo se. Yo soy asesor, no tengo la bola de cristal –me dijo, me dio un abrazo y se las tomó.
Y yo me quedé pensando, aunque eso hoy no garpe nada.