10 de febrero de 2025
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FMI. Milei con Georgieva en enero: el organismo impone condiciones para un acuerdo.
Foto: NA
La actual coyuntura continúa expresando la contradicción entre la situación real que afecta a millones de argentinos y la sensación que presenta el Gobierno, acompañado por los principales medios de comunicación, de que los resultados de la economía son exitosos. El eje principal de esa línea es la baja de la inflación que, si consideramos la experiencia argentina de otras oportunidades, efectivamente genera una sensación de alivio que es valorada por una parte importante de la sociedad.
Sin embargo, existe otra faceta, la de la economía real, en la que se expresa una situación más ácida, producto de la caída de los salarios, desde los más humildes hasta algunos más altos, que afectan a núcleos de la clase media; la severa caída de los ingresos jubilatorios, el creciente impacto de los aumentos de las tarifas, que oscilan entre el 300% y el 350% y el deliberado retiro del Estado de todas la áreas que tienen que ver con la salud pública, la educación, la ciencia y la tecnología y la obra pública, con el consecuente deterioro de esos servicios.
Habría que agregar que lo descripto genera una retracción del mercado interno que afecta directamente a las pequeñas y medianas empresas y, consecuentemente, a vastos sectores de la clase media que ven comprometido su presente y su horizonte futuro.
Señales que van y vienen
A partir de las declaraciones de la vocera del Fondo Monetario Internacional (FMI), Julie Kozack, que utiliza el típico lenguaje críptico de los burócratas del organismo, señalando que «los resultados son muy positivos», pero aclarando al mismo tiempo que «hace falta un set consistente de medidas fiscales, monetarias y cambiarias», se vuelve a generar una situación de incertidumbre acerca de la resolución de los importantes vencimientos de este año con el organismo.
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Mallín ahogado. La pequeña localidad de la comarca andina, bajo fuego.
Foto: NA
El Gobierno viene dando señales positivas, desde el ministro de Economía, Luis Caputo, y el propio presidente de la Nación, en el sentido de que un nuevo acuerdo con el FMI está cerca, y Milei tiene cifradas sus expectativas en el encuentro que mantendrá la semana que viene con el presidente de Estados Unidos, Donald Trump. Sin embargo, la situación estructural de déficit de las reservas netas continúa generando incertidumbre.
Por su parte, la oposición política se sigue debatiendo en una situación de fragmentación que suele expresarse en el Parlamento y en la ausencia de iniciativa. En este punto resulta imprescindible señalar el importante impacto de la Marcha Federal del Orgullo Antifascista y Antirracista (decenas de movilizaciones en ciudades y pueblos de todo el país), que concitó el apoyo y la participación de muy amplios sectores de la vida social, política y cultural. A las declaraciones contra las diversidades expresadas en el Foro de Davos, se sumaron los dichos del presidente, con un tono amenazante hacia sectores políticos de la oposición. En suma, se hizo visible allí un sector democrático muy numeroso y con una importante presencia juvenil, que sintió la necesidad de expresarse en defensa de valores culturales y políticos trascendentes.
El otro lado del ajuste
En este contexto son notables las opiniones formuladas desde la cúpula de la Iglesia Católica saliendo al cruce de los dichos del presidente. Sobresalió la de Ángelo Rossi, arzobispo de Córdoba, quien señaló que es triste suponer que «si sos homosexual, sos pedófilo», porque –aclaró– «pedófilo puede ser un heterosexual o un homosexual, cualquiera, y las estadísticas muestran un alto grado de pedofilia en heterosexuales».
Finalmente, mientras el Gobierno nacional destaca el equilibrio fiscal, alcanzado mediante un ajuste caracterizado por el propio presidente como «el más grande de la historia», y se enrola en las corrientes negacionistas del cambio climático, la realidad de estos días lo pone en entredicho. Los dramáticos incendios en la Patagonia y en Corrientes, que ya consumieron decenas de miles de hectáreas, arrasaron viviendas, bosques, campos y animales, y dejaron como saldo dos muertos hasta el momento, consuman un verdadero desastre para la naturaleza y las comunidades afectadas.
Esta realidad está generando un fuerte impacto en la opinión pública, ya que se niega el cambio climático y se restringen partidas para paliar sus consecuencias, por ejemplo, en 2024 se ejecutó solo un 22% del presupuesto del Sistema Federal de Lucha contra el Fuego. El retiro del Estado genera estas situaciones de indefensión en la sociedad.