26 de junio de 2025
El Vaticano presentó el Informe Jubilar, donde se promueve poner las finanzas globales al servicio de las personas. A contramano, Milei impulsa la especulación financiera como modelo económico.

Stiglitz y Guzmán. El premio Nobel de economía estadounidense encabezó la comisión de expertos −con el exministro argentino− que elaboró el Informe Jubilar.
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El papa Francisco fue muy crítico del orden neoliberal en todas sus intervenciones. En su primera exhortación apostólica, Evangelii gaudium (2013), el jefe máximo de la Iglesia católica planteó que «esta economía mata» y que había que decir «no a una economía de la exclusión e inequidad». La hoja de ruta alternativa que proponía era promover la cultura del encuentro, la globalización de la esperanza, la distribución equitativa de la riqueza, el cuidado de los recursos naturales, la lucha contra el cambio climático y el trato humanitario a los migrantes, entre otros tópicos.
Las consecuencias sociales del endeudamiento en los países periféricos fue también una de sus principales preocupaciones. En el año 2020, la Academia Pontificia de Ciencias del Vaticano organizó el seminario «Nuevas Formas de Fraternidad Solidaria de Inclusión, Integración e Innovación». En ese ámbito, el papa Francisco sostuvo que «no se puede pretender que las deudas contraídas sean pagadas con sacrificios insoportables». Por eso, el pontífice encargó un estudio profundo sobre esta temática a una comisión de expertos encabezada por el premio nobel Joseph Stiglitz. El viernes 20 de junio, las conclusiones del trabajo salieron a la luz para ser debatidas en la Cuarta Conferencia Internacional sobre Financiamiento del Desarrollo, que tendrá lugar en la ciudad de Sevilla, España, desde el 30 de junio hasta el 3 de julio.
El reporte, titulado «Informe Jubilar (Jubilee Report): una hoja de ruta para abordar las crisis de deuda y desarrollo y sentar las bases financieras de una economía mundial sostenible y centrada en las personas», recopila las recomendaciones de 30 economistas de todo el mundo, entre ellos el exministro argentino Martín Guzmán. En uno de sus pasajes centrales, los especialistas advierten que «instituciones multilaterales como el Fondo Monetario Internacional deben modificar sus políticas y prácticas para favorecer recuperaciones sostenibles, y no rescatar de facto a acreedores privados ni imponer políticas de austeridad asfixiantes». El problema es de tal magnitud que ya existen 54 países en desarrollo que destinan 10% (o más) de sus ingresos fiscales al pago de intereses de la deuda externa.
En otro párrafo del documento, los economistas recomiendan que «los países en desarrollo deben utilizar más activamente los controles sobre el movimiento de capitales para reducir los flujos desestabilizadores y crear un entorno propicio para las inversiones a largo plazo».

Organismos multilaterales de crédito. El Fondo, entre ellos, deben modificar sus políticas y prácticas para favorecer recuperaciones sostenibles, sugiere el informe.
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Mientras tanto…
Las últimas decisiones del Gobierno argentino marchan a contramano de esas recomendaciones. El ejemplo más ilustrativo fue la eliminación del parking (la obligación de permanencia durante 180 días) para los fondos extranjeros que ingresen a la plaza local. La paradoja del caso es que esa norma macroprudencial había sido dispuesta por el Banco Central el pasado 15 de abril. Sin embargo, la decisión oficial de sostener un dólar apreciado terminó por eliminar esa barrera a los capitales especulativos. La única manera de mantener el nivel actual del tipo de cambio es, dicho de una manera un poco esquemática, mediante una oferta suficiente de divisas conseguida por las «buenas» (exportaciones, inversiones productivas) o las «malas» (endeudamiento, capitales especulativos).
En esa línea, la remoción del «parking» facilita el ingreso de los capitales golondrina para aprovechar el denominado «carry trade» y fortalecer las reservas, pero también simplifica su salida. La experiencia macrista es reveladora de las consecuencias negativas que genera una drástica reversión del flujo de capitales. La fuga de más de US$ 20.000 millones, a partir de 2018, provocó la salida de Luis Caputo del Gobierno de Mauricio Macri. Esta situación es advertida incluso por defensores de las políticas de Javier Milei. Por caso, el empresario Eduardo Costantini sostuvo, en una entrevista con Bloomberg Línea, que «uno va acumulando una demanda de dólares potenciales porque el inversor extranjero que compra un bono directamente en pesos vendiendo sus dólares necesita una puerta de salida. Esa salida es una demanda de dólares futura…(esto) puede producir un exceso de demanda de dólares para pagar esos bonos, porque el inversor extranjero va a querer obtener los dólares nuevamente, más los intereses».
El período de liquidación de la cosecha gruesa está próximo a finalizar. La estabilidad del frente cambiario será un tema a monitorear en lo que resta del año.