11 de junio de 2014
American Airlines fue obligada a pagar 500.000 dólares en Brasil por someter a sus empleados a detectores de mentiras. Según los fiscales, la gerencia hacía uso de esta técnica con aspirantes a empleo o personal activo que sería transferido a sectores de alta sensibilidad para la empresa. Después de revocar la decisión absolutoria de primera instancia, un tribunal superior de la justicia laboral decretó que la utilización de polígrafos «viola el derecho fundamental de las personas a la dignidad y a la intimidad, así como el libre acceso al empleo». Además, estableció que «el polígrafo es un equipo falible y que tiene potencial para convertirse en un elemento de discriminación en los procesos de selección de empleados».