6 de agosto de 2014
«En los jóvenes encuentro miradas que me enseñan, aunque a veces se muestren soberbios. Es un mal de juventud. Yo también fui soberbia, pero más en la acción que en el pensamiento. Me resultó útil porque cuando empecé en la dirección teatral sólo había dos mujeres, ahora hay miles. Tuve que abrirme paso con cierta soberbia porque no había otra manera.»