8 de septiembre de 2021
Llevada a cabo de manera remota, la convocatoria contó con una gran participación de dirigentes de todo el país. Análisis de la coyuntura a cargo de Carlos Heller.
Escenario inédito. Heller compartió un informe sobre la realidad local e internacional.
JORGE ALOY
Estamos participando de una experiencia novedosa, que es la realización de esta asamblea en formato remoto, en virtud de las restricciones sabidas por todos y todas». De esta manera, Carlos Heller, presidente del Banco Credicoop, abrió la reunión virtual que constituyó la 42º asamblea general ordinaria y extraordinaria de la entidad. Más de 340 delegados de todo el país, dirigentes, asociados e invitados especiales se conectaron para celebrar la máxima instancia estatutaria de la entidad, que se realizó a través de la plataforma Zoom. En este marco, se eligieron autoridades, se pusieron en consideración el balance y los estados contables de la entidad. Todos los puntos del orden del día fueron aprobados por unanimidad. La mesa directiva para el próximo ejercicio quedó conformada de la siguiente manera: Carlos Heller, presidente; Ricardo Sapei, vicepresidente 1º; Horacio Giura, vicepresidente 2º; Melchor Cortés, secretario; Edgardo Bozzolo, prosecretario 1º; Marta Sitlonik, prosecretaria 2ª; Carlos Louzán, tesorero; Marcelo De Lorenzi, protesorero 1º; y Ernesto Ghiglione, protesorero 2º.
Tiempos turbulentos
Como es habitual, Heller compartió con los y las asistentes un detallado análisis de la coyuntura nacional e internacional, marcadas por la pandemia de coronavirus que aún hoy asola al mundo. En primer lugar, repasó algunos puntos de la Memoria de la última asamblea presencial del banco, realizada en abril de 2019. «Decíamos que nos preocupaba la senda que había tomado la economía, que la industria había decrecido mucho más que la actividad general, hablábamos de la expulsión de trabajadores y trabajadoras, de la pérdida del poder adquisitivo de salarios y jubilaciones, de la caída de ventas en supermercados como uno de los indicadores de la caída del consumo y hacíamos una serie de reflexiones de la situación social», recordó Heller. Fuga de capitales y preocupación por el elevado endeudamiento en dólares, eran otros de los temas tratados. «Decíamos en ese entonces que había otro camino y ese camino es un modelo que cree que el Estado tiene un rol y no sea un canchero que prepara la cancha para que jueguen otros. Un país en el que el Estado distribuye los ingresos de manera que evite que la riqueza se concentre en pocas manos».
Heller recordó luego algunos aspectos de la Memoria del año siguiente, que no pudo ser compartida en la asamblea prevista para abril del 2020 debido al Aislamiento Social Preventivo y Obligatorio. «Allí se describían situaciones que evidenciaban un deterioro mucho más profundo aún, y por otro lado, la esperanza en políticas que ya había empezado a implementar el nuevo Gobierno», expresó el presidente. Tras la asunción de Alberto Fernández se aprobó la Ley de Solidaridad Social y Reactivación Productiva. «Se declaraba la emergencia pública en materia económica, financiera, fiscal, administrativa, previsional, tarifaria, energética, sanitaria y social. Es decir, todo estaba en emergencia», afirmó.
Participación Nacional. La asamblea contó con la presencia de más de 340 delegados.
JORGE ALOY
Detalló luego las medidas tomadas por el actual Gobierno para enfrentar la pandemia: «Son medidas que representaron 6,5 puntos del PIB, siendo 4,5% medidas de impacto fiscal y 2% medidas crediticias otorgadas por el Gobierno nacional». Entre los programas más importantes destacó el IFE y el ATP. Y subrayó que, hasta junio de 2021, se recibieron, por el Aporte Solidario y Extraordinario para ayudar a morigerar los efectos de la pandemia, alrededor de 197.000 millones de pesos. «Se calculó que tan solo 253 aportantes de los casi 10.000 pusieron la mitad de ese monto. Esto muestra que los tributos progresivos pueden recaudar mucho afectando a pocos», expresó. La importante campaña de vacunación, con más del 60% de la población del país vacunada con una dosis y casi un 30% con dos dosis, fue otro de los puntos resaltados.
Para hablar del contexto global, Heller se apoyó en informes emitidos por la Cepal y el FMI. «Queda claro que los países desarrollados están en mejores condiciones para enfrentar todos los desafíos que plantea la pandemia y seguramente van a salir mejor parados de esto», expresó. También compartió un dato dramático: al 30 de junio de 2021, América Latina y el Caribe acumulaban más de 1.260.000 muertos a causa del COVID, 32% del total de fallecimientos en el mundo, a pesar de que su población es el 8,4% de la población global. «Otro fenómeno terrible es el de la concentración de la riqueza: crecen los milmillonarios y por otro lado crecen los mil millones de pobres», dijo Heller, aunque expresó la contradicción que esto significa, dado que la riqueza mundial aumentó el 7,4% en el 2020.
En constante crecimiento
Por último, abordó la actualidad del Credicoop. «Aun en pandemia hemos recuperado la más alta participación de nuestro banco en cuanto a depósitos», manifestó Heller. Sin embargo, afirmó: «En el proceso muchas pymes no han podido sobrevivir y sabemos que cuando se cierra una pyme hay gente que pierde el trabajo y tiene todo un efecto acumulativo: trabajadores que dejan de consumir, caída de la actividad económica». El dirigente describió al banco como una entidad consolidada, patrimonialmente sólida, en crecimiento, con fuerte arraigo territorial, con un nivel tecnológico de excelencia y con un gran involucramiento con las pymes. Y concluyó: «Una organización cooperativa es una organización de asistencia mutua, de asistencia recíproca y por lo tanto nuestra batalla por la reciprocidad tiene que estar en el centro de nuestra gestión cotidiana. Esa reciprocidad genera verdaderos usuarios cooperativistas y no clientes». Para cerrar su intervención, Heller manifestó: «Tenemos que comprometernos con lo que hay que hacer para construir un mundo mejor. Y estos son nuestros aportes para mostrar que además es posible y que las cooperativas no son solo una mera rueda de auxilio del fracaso de las experiencias capitalistas sino otra forma de encarar la producción y los servicios, un modelo de gestión que apunta a transformar la realidad que estamos viviendo en una realidad que sea mucho más humana, que sea mucho más justa, que sea mucho más inclusiva».