8 de octubre de 2021
Pablo Semán
Siglo XXI
269 páginas
Resultado de un trabajo de campo en Barrio Aurora, ubicado al sur del Conurbano, este libro aborda las prácticas religiosas de sus habitantes tratando de evitar preconceptos. Profundamente compenetrado con ellos, Pablo Semán traza un heterogéneo panorama de formas de vivir la fe a través de la presentación de una serie de testimonios de mujeres y hombres de distintas edades. El autor habla de «visión cosmológica» para definir una mirada del mundo en la cual lo sagrado y milagroso no reside en un más allá sino que está incorporado a la vida cotidiana. Como residente del barrio, Semán accede menos a las doctrinas formales que a la religiosidad en acto. Y lo que observa es no solo la práctica de los cultos sino también, y sobre todo, las particulares elaboraciones que hacen estos pobladores respecto de las instituciones religiosas. Las dos vertientes principales son la católica y la pentecostal, ambas con importante presencia en el lugar, con capillas y acciones de ayuda social. Apartándose de la ortodoxia, toda esta gente mezcla preceptos y tradiciones y así pueden convivir la Virgen María y el Espíritu Santo con el Gauchito Gil, curanderos y rezadoras, agrupaciones políticas y asistencia psicológica. Las experiencias son diferentes según las generaciones, así una unidad básica en tiempos de la dictadura se convierte en una capilla y hay jóvenes creyentes capaces de decirle al autor que «Jesús es reloco, el mundo es careta». Elogio para el primero y denostación para el segundo. En conjunto, a la vez que despierta el interés por conocer este imaginario, el texto lleva a pensar sobre la importancia de la creencia.