28 de abril de 2015
La mayoría de los manuales evita referirse a la pobreza o la discapacidad y afirma que los migrantes son solo europeos. Un estudio del INADI busca promover la educación en la diversidad.
La pobreza no existe, al igual que las familias ensambladas y las personas con discapacidad. Los migrantes solo vienen de Europa, las mujeres se desempeñan en el ámbito de la escuela, la familia y el hogar y la población afrodescendiente solo está vinculada con la época colonial. Así de anacrónico es el relato en los textos escolares, de acuerdo con un reciente análisis llevado adelante por el Instituto Nacional contra la Discriminación, la Xenofobia y el Racismo (INADI), que involucró 40 textos escolares de las principales editoriales del país.
El relevamiento es el correlato de un trabajo iniciado en 2008 por el Instituto con aquellas firmas editoras con las cuales, en 2012, se firmó un convenio para el desarrollo de libros escolares y materiales didácticos que promuevan la educación en la diversidad y contribuyan a prevenir conductas discriminatorias, xenófobas y racistas. Así, a través de un cuestionario estructurado de 34 preguntas, se trabajó sobre 7 ejes temáticos: Igualdad y No Discriminación, Género, Afrodescendientes, Personas con Discapacidad, Migrantes, Pueblos Indígenas/Originarios y Diversidad Religiosa. Cuando se analizó el primero de los ejes, se vio que el 37,5% de los textos no hacía referencia a la igualdad y la no discriminación. Cuando se abordó la temática de la pobreza, en tanto, descubrieron con sorpresa que el 60% de los libros no contenía referencias sobre esta problemática.
«La pobreza continúa siendo invisibilizada, no es examinada en los libros, advertimos que se enfoca la problemática desde una perspectiva individualista, voluntarista del sujeto, sin hacer mención a los procesos históricos que llevaron a la pobreza», señaló a Acción Julia Contreras, responsable de la Dirección de Promoción y Desarrollo de Prácticas contra la Discriminación del INADI. Por otra parte, del análisis surgió que cuando se observó el tópico Aspecto Físico, con la intención de «indagar sobre la presencia de la diversidad desde un paradigma estético inclusivo y que rompa las matrices racistas y sexistas», se vio que en un alto porcentaje los modelos de personas que predominan en los manuales son niños y niñas, adolescentes y adultos cuyo color de piel es claro (en el 72,5% de los casos). Además, se destacó la proporción de personas de aspecto joven (75%), delgadas y altas (55%).
Ellas en la escuela y la familia
Al momento de analizar cómo estaba abordada la temática de género, desde el INADI se observó que si bien se equiparó la presencia de varones y mujeres en las ilustraciones, «los roles estereotipados asignados a lo masculino y lo femenino se continúan reproduciendo, pese a que el organismo viene trabajando desde 2008 con las editoriales sobre la importancia de revisar este punto».
Así, la mujer aparece representada fundamentalmente en el ámbito de la escuela (20,6%), la familia (19,4%) y el hogar (15,6%) mientras que solo en el 4,4% de las menciones lo hacen en escenarios políticos y en el 8,1% en escenarios históricos. «La presencia de varones, por el contrario, es predominante en el mundo del trabajo (22,8%), los escenarios históricos (17,9%) y las esferas de decisión política (13%)».
«Se suele ver a la mujer en un rol doméstico, antiguo, anacrónico que solo reproduce formas de pensar. A su vez, también vimos que hay un escaso uso del lenguaje de género ya que siempre se generaliza con el masculino para aglutinar a todos, esto se ve en un 62,5% de los manuales analizados», asegura Contreras.
Respecto de la diversidad familiar, el panorama tampoco es muy alentador, ya que las familias menos ilustradas en los textos escolares son las ensambladas y las comaternales y copaternales, a pesar de que su presencia es cada vez más fuerte en la sociedad.
En tanto, cuando se indagó sobre el tema de la inmigración, se halló que en el 47,5% de los manuales escolares los migrantes son considerados como personas de origen europeo que viven en la Argentina. En un 25% se extiende la consideración de migrantes a las personas de origen latinoamericano, en un 7,5% a los de origen asiático y en un 2,5% a los que provienen de África. Pero esto no es todo, en un 27,5% de los textos ni siquiera hay referencias a la temática.
«Esta idea de “crisol de razas” se sigue reproduciendo, hay un eurocentrismo muy grande. Hoy la migración es de los países latinoamericanos y es necesario trabajar sobre esto; la matriz eurocéntrica sigue teniendo una fuerza enorme tanto en el discurso como en la producción de conocimiento», advirtió Contreras.
La misma suerte corren el tema de la discapacidad, ausente en un 82,5% de los manuales; afrodescendientes, cuya mención sigue fuertemente asociada con épocas coloniales; pueblos indígenas, que aunque están más presentes en los textos escolares, la visión que se tiene de ellos continúa siendo sesgada y evidencia resistencias culturales e ideológicas. Un claro ejemplo es la presentación de la efeméride del 12 de octubre como «un encuentro de culturas». La diversidad religiosa en tanto, solo es mencionada en un 12,5% de los manuales y en su mayoría refieren al catolicismo.
«El proceso de transformación implica cambios de mentalidad, ideológicos y de actitud. Destacamos que hubo muy buena predisposición de parte de las editoriales a las que se invitó a participar en el análisis, también se capacitó a los editores en largas jornadas de discusión. Ya se pone en agenda el tema, ahora vamos a darle tiempo a la industria cultural para que empiecen con los cambios e incorporen estas perspectivas. Pero no es un trabajo solo de ellas, también se requieren cambios en otros ámbitos de la sociedad. Recuerdo el caso de una editorial que tuvo dificultad para entrar en una escuela con sus textos porque habían introducido en el manual una foto de las Madres de Plaza de Mayo; muchas veces quienes compran libros son las escuelas privadas y les exigen a las firmas editoras un cierto paradigma a seguir. Es una labor coordinada del Ministerio, de los educadores y de la sociedad en su conjunto», afirmó Contreras.
—María Carolina Stegman