28 de abril de 2015
El movimiento que exige un salario mínimo de 15 dólares la hora para los empleos más precarios sigue creciendo en Estados Unidos. A dos años de su creación, su reciente convocatoria se replicó en 230 ciudades en la que trabajadores de McDonald’s y Wall Mart también mantuvieron el reclamo de sindicalizarse para protegerse de los abusos. «Queremos mostrar que los trabajadores con salarios bajos están unidos. En Nueva York y en ninguna ciudad de Estados Unidos se puede formar una familia, tener un techo y comer trabajando por 8 o 9 dólares la hora, es ridículo», dijo Kendall Fells, director de la campaña, desde Nueva York, epicentro de las protestas.