20 de enero de 2022
Unos 1.200 uniformados, entre ellos agentes de las fuerzas especiales, incursionaron ayer en las laberínticas calles de la favela Jacarezinho, situada en el norte de Río de Janeiro, para cumplir 42 órdenes de prisión y 13 de allanamiento, y tomar el control de la zona. La Policía Militar de Río, la ciudad más turística de Brasil, informó a través de un comunicado que, además de «la recuperación del territorio» de Jacarezinho, también avanzaría sobre las comunidades que están a su alrededor, como Manguinhos, Bandeira II y Conjunto Morar Carioca.
«Las operaciones de hoy son apenas el comienzo de un cambio que va mucho más allá de la seguridad», afirmó en sus redes sociales el gobernador de Río, Cláudio Castro, quien adelantó que dará más detalles del plan Cidade Integrada, que es el que contextualiza la avanzada militar, el próximo sábado. Por lo pronto, la historia reciente indica que Jacarezinho fue escenario el último 6 de mayo de una sangrienta acción policial contra el narcotráfico que terminó con 28 muertos, 27 de ellos civiles.