5 de febrero de 2022
Netflix
Nuevos y viejos personajes de la ficción que llega al mundo de las plataformas.
En la cuarta temporada de El marginal, que retoma los acontecimientos que atravesaron los diferentes personajes de la serie después del final de la primera parte, conviven los tres aspectos principales que se desencadenaron a lo largo de todo su relato: la necesidad de Pastor (Juan Minujín) de escapar nuevamente de la cárcel, el ascenso de los Borges en un nuevo territorio y la lucha por el poder en un marco plagado de vicios y corrupción. La historia comienza luego del incendio ocurrido en San Onofre, cuando los destinos de Pastor, Mario Borges (Claudio Rissi) y Diosito (Nicolás Furtado) se vuelven a cruzar en el penal de Puente Viejo. En este nuevo escenario, el reencuentro entre Pastor y Diosito revive fuertes sentimientos para ambos. Y a esta confrontación se suma el recién trasladado César (Abel Ayala), quien lidera el grupo que representa a la Sub21. Desde afuera, Sergio Antín (Gerardo Romano) opera para adueñarse del poder de la cárcel, enfrentando al director actual. Y Emma Molinari (Martina Gusmán) trabaja para ayudar a Pastor en un nuevo y peligroso intento de fuga. Al contrario de las temporadas anteriores, que giraban alrededor de lo narrado en la primera entrega, esta cuarta historia mantiene el espíritu original para contar los hechos, pero se permite desarrollar las características de los personajes para amplificar sus vivencias personales. Y a partir de allí se plantea como un reinicio, donde lo corporal prevalece sobre lo psicológico y lo visceral sobre lo racional. La nueva entrega de la serie se diferencia por un nivel de producción superior (la marca Netflix en la exclusividad se nota y mucho), una violencia ascendente (aunque siempre estilizada para reflejar la miserabilidad) y la incorporación de actores de la talla de Rodolfo Ranni, Luis Luque, Ariel Staltari, Facundo Espinosa, Ernesto Larrese e Ignacio Quesada.