23 de junio de 2015
Mijail Saakashvili está poniendo en marcha su plan de gobierno en la región ucraniana de Odessa. Al ser llamado por el presidente Petro Poroschenko para dirigir una de las zonas más estratégicas del Cáucaso, el exmandatario de Georgia renunció a su nacionalidad y se convirtió en ucraniano para librar una nueva batalla contra Moscú. La jugada le valió duros reproches al líder de la Revolución de las Rosas y uno de los primeros impulsores de la presencia de la OTAN en la región. Sucede que quien comandó la guerra contra Rusia por el enclave de Osetia del Sur abandonó el poder en medio de multitudinarias protestas, acusado de ordenar asesinatos por motivos políticos y malversación de fondos. «Insultó a su país y la institución presidencial. No entiendo su comportamiento indecente», afirmó el actual jefe de Gobierno georgiano, Georgi Margvelashvili. Después de quitar de la gobernación odesana a la principal amenaza política de Poroschenko, el magnate Igor Kolomoïski, Saakashvili se prepara para aplastar todo tipo de oposición.