7 de mayo de 2022
La cooperativa de servicios públicos tiene un rol central en la localidad cordobesa. Electricidad, telecomunicaciones y gas, algunas de las prestaciones.
Vínculo. Consejeros de la entidad junto al jefe de la filial del IMFC, Pablo Tissera.
A 170 kilómetros de la ciudad de Córdoba se encuentra Las Varillas, una localidad de la llamada «pampa gringa» donde, como en muchos lugares del interior del país, el cooperativismo tiene un rol esencial. Allí funciona, desde 1957, la Cooperativa de Energía Eléctrica y Otros Servicios Públicos Las Varillas. Diego Yañez, su presidente, rememora: «Nacimos en 1957 por una gran necesidad de ampliar el servicio de electricidad que era muy deficiente sobre todo en las poblaciones pequeñas». Los impulsaba el crecimiento productivo de la región en los rubros alimentario, metalúrgico, agropecuario y lechero. Mónica Sparacino, consejera, relata: «Empezamos en una casita muy pequeña, de familia, que se adaptaba a los servicios que se iban incorporando». Hoy funcionan en un importante edificio donde además de oficinas administrativas, se encuentra Emergencias Médicas Mutual Almafuerte (con ambulancias para traslados, médicos a domicilio y enfermería), servicio de cable e internet y los servicios televisivos: en 1984 se creó el Canal 2, pionero en la zona, con mucha producción local. «También tenemos un proyecto llamado Banco Audiovisual Cooperativo, de documentos fílmicos de nuestra historia, que fue muy bien aceptado», dice Sparacino. En las inmediaciones funcionan otros proyectos importantes de la entidad: el plan de viviendas cooperativo VICOOP y la Planta de Gas CREC-GAS, encargada de fraccionar y distribuir garrafas.
También tienen un Centro de Aprendizaje Universitario. Teresa Níboli, vicepresidenta de la cooperativa y coordinadora general del CAU junto con Ariel Gallo, cuenta: «Nuestro CAU funciona desde 2010 y
nace ante una demanda para satisfacer la necesidad en esta ciudad y su zona, vinculada con que los jóvenes egresados del
nivel medio pudieran seguir estudiando carreras de grado y pregrado en nuestra comunidad. Ya tenemos 190 egresados y actualmente un cursado de 140 alumnos». También cuentan con banco de sangre y servicio de sepelios.
Equilibrada y fortalecida
Claudio Morales, tesorero, afirma: «En la cooperativa estamos con una economía sólida y equilibrada, esto se corresponde al saneamiento de una deuda de magnitud que afectó a su funcionamiento». La Escuela de Iniciación Atlética se fundó en el año 2001, dirigida por Oscar Alessandría, histórico formador de atletas. «Brindamos clases gratuitas a unos 60 jóvenes que son federados y compiten a nivel local, nacional e internacional», cuenta Germán Paternoster, responsable del área. Varios deportistas de esa institución tuvieron logros destacados, como Natalia Boggero, campeona nacional y provincial de bala y disco. Respecto de la situación actual, el presidente afirma: «Hoy nos encontramos en una buena situación y con poca morosidad. En la pandemia pudimos contener a varias familias por cuestiones sociales brindándoles servicios de gas y electricidad. En los últimos años apostamos a un crecimiento con inversiones importantes: trajimos una nueva estación transformadora de EPEC y recientemente implementamos fibra óptica, haciendo una inversión millonaria para optimizar el servicio de internet unificado con cable y telefonía, que fue fundamental en la pandemia». Los vínculos con otras entidades son vitales para la cooperativa. De hecho, recientemente recibieron en su sede al presidente de la filial Córdoba del Instituto Movilizador de Fondos Cooperativos, Pablo Tissera, quien en esa ocasión afirmó: «La cooperativa de servicios públicos de Las Varillas representa un pilar fundamental para el polo de desarrollo de la economía social, solidaria y pyme de la región». A futuro, cuenta Yañez, seguirán mejorando el servicio de energía y potenciando el barrio de viviendas cooperativas.