8 de agosto de 2022
Después de un par de años de ausencia debido a la pandemia, regresa el esperado encuentro de autores y público. Invitados internacionales, lecturas y diálogos.
Artífices. El peruano Alva y las locales Borrelli Azara, Alí y Masín, presentes en el evento que se desarrolla entre el 9 y el 12 de agosto.
Después de una interrupción de dos años forzada por la pandemia, el XII Festival de Poesía en el Centro vuelve a convocar a poetas y público en el Centro Cultural de la Cooperación Floreal Gorini. El encuentro organizado por el Espacio Literario Juan L. Ortiz tendrá una nueva edición entre el 9 y el 12 de agosto con mesas de lectura y diálogos en los que participarán invitados internacionales y de distintas regiones del país.
«Siempre hemos tratado de convocar a poetas representativos de las distintas tradiciones de la ciudad, del país y de Hispanoamérica. La postpandemia y la crisis económica del presente hacen difícil gestionar cualquier actividad cultural, pero eso nunca ha sido una excusa. Volvemos con la apuesta de siempre», anuncia Carlos Juárez Aldazábal, coordinador del Espacio Literario Juan L. Ortiz.
La cantautora colombiana Victoria Sur estará a cargo de la inauguración musical, «pensando a la canción como otro modo de la poesía», dice Juárez Aldazábal. La artista presentará sus versiones de poemas de César Vallejo, en conmemoración del centenario de la publicación de Trilce.
Harold Alva (Perú), Marta López Luaces (España), Charlie Marré (Panamá) y Valeria Sandi (Bolivia) integrarán la mesa de apertura, dedicada a los poetas internacionales. Entre los invitados nacionales se encuentran Viviana Abnur, Osvaldo Bossi, Emiliano Bustos, Ana Claudia Díaz, Lucas Margarit, Claudia Masín, Alejandra Méndez Bujonok, Mercedes Roffé y Guillermo Saavedra.
Juárez Aldazábal destaca además las presencias de Gabriela Franco, ganadora del Premio Alfonsina Storni, y de Bárbara Alí, quien obtuvo el premio Unicaja en España, «una mínima muestra de la vitalidad del género en las nuevas generaciones». En el contexto de un campo poético «amplio, diverso, sin ninguna estética dominante que se imponga sobre otras, y al mismo tiempo fuertemente anclado en la rigurosidad del oficio, la posición del Festival es ser una caja de resonancia para poetas que apuestan al trabajo sobre el lenguaje», agrega el coordinador del Espacio Literario Juan L. Ortiz.
Testimonio político
«El panorama de la poesía actual es una atomización de estéticas fusionadas, que hace difícil agrupar nombres o armar series», dice Gabriela Borrelli Azara, organizadora del festival Poesía Ya! y del premio Storni en el CCK y también invitada al Festival de Poesía en el Centro. Según su mirada, en la dispersión se revaloriza el lugar de los festivales: «Paradójicamente, aunque estamos en la era de las comunicaciones, no leemos todo lo que pasa, a veces ni nos enteramos, entonces el desafío es conocer, salir del círculo virtual de poesía que nos circunda para alcanzar otros territorios estéticos».
Poeta y directora de la editorial Pen Press, residente en Estados Unidos e invitada al festival, Mercedes Roffé observa que «a pesar de todas las dificultades que se están enfrentando en Argentina, la cultura en general y la poesía en particular están en un momento de florecimiento». En la coyuntura, «la creatividad de tantxs poetas en distintos momentos de su trayectoria se ve apoyada por el entusiasmo de tantos nuevos y no tan nuevos proyectos editoriales como no recuerdo haber visto en mucho tiempo».
Borrelli Azara señala un «giro afectivo» en la poesía argentina actual que «no solo comprende a las amistades y el afecto entre autores y editores, sino una relación de afectación especial con lo que se escribe». En esa línea, «el poema se transforma no solo en un objeto estético sino en un testimonio, en una exploración identitaria, es parte de un objetivo político; y formalmente ahí hay de todo».
Para Juárez Aldazábal, la difusión de poesía a través de las redes sociales «vino a democratizar el juego, y eso es positivo». Las lecturas virtuales durante la pandemia «fueron una muestra de cómo la poesía circuló y creó comunidad incluso en los momentos más desoladores». No obstante, «en la curaduría de nuestro festival no inciden las valoraciones de las redes, que a veces pueden ser arbitrarias y caprichosas y otras veces certeras».
La influencia de las redes sociales en la creación y en la valoración artística es simultáneamente productiva y problemática, según Borrelli Azara: «Hay poetas o aforistas que nunca publicaron un libro pero que son leídos por miles y miles de seguidores. Y ahí hay una lectura, algo que se valora como poesía y escritura, y las hay. Las editoriales se vuelcan a la publicación luego de cosechar esos lectores. Ahora bien, también sigue viva con más fuerza que nunca la tradición de encuentros, talleres, clínicas, infinidad de publicaciones y lecturas. Me pregunto si las redes no intensifican también esos circuitos».
Los festivales son a la vez una forma de saltear el algoritmo, «la posibilidad de cruzarse con un libro que no viste en redes, de escuchar a alguien al que no seguís», dice Borrelli Azara. Las redes no podrían disputarle su entidad como espacios de encuentro y lugar de cruce entre distintas generaciones. «Un amigo editor me decía que no entiende lo que está pasando con la poesía, que no entiende a los poetas de 20 años. Y ahí, en no entender, hay una clave: para entender está todo lo demás que no es poesía», agrega la escritora y gestora cultural.
«Asistir a un festival como Poesía en el Centro me parece clave en la medida en que da ocasión de que se escuchen y entren en contacto poetas de distintas zonas del país y otras regiones de Latinoamérica y España», analiza Mercedes Roffé. «Este tipo de apertura y de intercambio es fundamental a la hora de evaluar qué aceptación o repercusión tiene, fuera de nuestro pequeño círculo, el trabajo que estamos haciendo con la palabra», completa.
La XII edición del Festival en el Centro coincide con las celebraciones por los veinte años del Centro Cultural de la Cooperación y estará dedicada a Susana Cabuchi y Javier Galarza, poetas que murieron el mismo día, el 26 de julio pasado. Poesía también es reconocimiento y memoria.