9 de marzo de 2016
Una reciente investigación periodística reveló nuevos datos del entramado que permitió a los Pinochet forjar un gigantesco imperio inmobiliario en Chile. A fines de 2015, el gobierno nacional había iniciado acciones para evitar que la fundación CEMA, encabezada por Lucia Hiriart, viuda de Augusto Pinochet, continuara haciendo negocios con los terrenos que le fueron donados por el régimen de su marido. Ahora, el portal CIPER descubrió que la red se extiende más allá de esas propiedades. Evidenció que existen casi 200 números de identificación fiscal que están asociados a CEMA y que los mismos sirvieron para ampliar y diversificar la estafa a lo largo de todo el país. «Se oculta un millonario botín inmobiliario que no figura en ningún registro oficial», publicó el sitio. Además, aunque muchos de esos números se declaran inactivos, aún concretan operaciones y se calcula que solo 12 de ellos acumulan un patrimonio de 6,3 millones de dólares. También se informó que los abogados de la fundación de Hiriart diseñaron una estrategia para que el Estado solo pueda recuperar los activos mientras esta exista. En caso de disolverse la ONG, toda la fortuna debería ser distribuida entre la esposa y las hijas del dictador.