30 de abril de 2023
Las sucesivas crecientes de la Laguna Mar Chiquita o Mar de Ansenuza, en la localidad de Miramar, al noreste de Córdoba, avanzaron sobre las construcciones turísticas costeras hasta llegar a inundarlas casi totalmente. Así, en 1978, sus habitantes debieron trasladarse a terrenos más altos. Como algunos vestigios de las construcciones asomaban obstinadamente por las aguas, en 1992 se decidió dinamitar las 37 manzanas de Miramar, para «borrarlas» del paisaje. Hoy, la sequía dejó al descubierto las ruinas. Lidia, sentada sobre el techo de lo que fue su casa, recuerda que ante los avances de la laguna, su padre «disipaba la tristeza, diciéndonos que todos los días es un nuevo empezar». Mientras que la historiadora Mariana Zapata afirma: «Soñamos con convertir este sitio en un museo a cielo abierto que relate lo sucedido. Hay que entender el pasado para comprender este presente y valorarlo».