5 de mayo de 2023
Con la asunción de Dilma Rousseff al frente de la entidad, las esperanzas de Argentina de conseguir financiamiento del Grupo se incrementan.
Nueva gestión. La exmandataria brasileña sostuvo que la entidad está en «una posición única para liderar el camino».
Foto: Ricardo Stuckert/PR
La designación de Dilma Rousseff al frente del Nuevo Banco de Desarrollo (NBD) de los BRICS es una buena noticia para Argentina, que presiona para ser parte del grupo que integran Brasil, Rusia, India, China y Sudáfrica. El eje principal del interés nacional en términos económicos es que ese cónclave de países –al que se sumaron desde lo financiero Emiratos Arabes, Uruguay y Egipto−, aglutina un mercado, en términos de población mundial y extensión geográfica, con un atractivo comercial importante. En su asunción en Shanghái, el pasado 13 de abril, la exmandataria brasileña afirmó que su nuevo cargo es una «herramienta de reducción de la desigualdad entre países ricos y países emergentes». Si bien la presidencia del NBD es un nombramiento político y puede ser ejercida por cualquier representante de alto perfil en el Gobierno, siempre que se respete el plazo del mandato en vigor, la designación de Rousseff permitiría un acercamiento a las aspiraciones de Argentina.
En esa senda, el embajador argentino en China, Sabino Vaca Narvaja, se reunió con Rousseff y con el nuevo canciller chino, Qin Gang, en Shanghái, para impulsar el ingreso de Argentina al BRICS. En la reunión, Vaca Narvaja remarcó la importancia del BND: «Nace de la unión de los países emergentes con la potencialidad de transformar la realidad social y económica de liberarlos de las instituciones financieras tradicionales y, como muy bien dijo el presidente Lula durante su reciente visita a China, “¿por qué no podemos comerciar respaldados por nuestra moneda?”. Creo que instituciones como el NDB nos ayudan a pensar diferente y esta reunión con Dilma fue de gran ayuda en ese sentido».
La expresidenta brasileña reemplaza a Marcos Troyjo en la dirección del banco, designado para el cargo por el Gobierno de Jair Bolsonaro, para el periodo entre 2021 y 2025, en el que la presidencia rotatoria del NBD recae en Brasil. En ese sentido, la designación de Rousseff reactiva expectativas en el Gobierno argentino, ya que los países miembros del BRICS promovieron el NDB como una alternativa al Banco Mundial y al Fondo Monetario Internacional, tradicionalmente controlados por Estados Unidos, Europa y Japón. Marcos Caramuru, embajador de Brasil en China, señaló que el NBD no es un banco tan complejo, en comparación con otras instituciones multilaterales. «Es un banco que se dedica a financiar proyectos de infraestructuras, generalmente con riesgo soberano, por lo que es un banco razonablemente sencillo. No hay grandes dificultades para gestionarlo», analizó el funcionario.
Recorrido
Creado en 2014, con sede en Shanghái, para financiar proyectos de infraestructura y desarrollo sostenible en los países BRICS, economías emergentes y en desarrollo, con un capital inicial autorizado de 100.000 millones de dólares, aprobó, hasta hoy, cerca de 80 proyectos en sus países miembros, por un total de 32.800 millones de dólares, en áreas como transporte, agua y saneamiento, energía limpia, infraestructura digital y social, y desarrollo urbano. Mientras que el Acuerdo de Reservas de Contingencias tiene un fondo de 100.000 millones de dólares para fortalecer la seguridad financiera de los países miembros.
En la segunda Cumbre de los BRICS en Brasilia, en 2010, los principales bancos de desarrollo de los miembros firmaron un documento de cooperación técnica, a cargo del Banco Nacional de Desenvolvimento Econômico e Social brasilero (BNDES), el Banco de Desarrollo y Asuntos Económicos Externos (Vnesheconombank) de Rusia, el Banco de Desarrollo de China (CDB), y el Banco Exim-Bank de India. En la práctica, esto suponía que si una empresa china deseaba realizar un proyecto en Brasil podría recibir financiamiento tanto del Banco chino como del BNDES. Antes de la realización de la Cumbre, Rusia insistió con la idea del uso de las monedas nacionales en las operaciones comerciales bilaterales (sin intermediación del dólar estadounidense, ni del Euro), sin mucho éxito. Aunque, en la declaración final de esta reunión se estableció la necesidad de un nuevo sistema de votación en el Banco Mundial y una reforma importante en el FMI. Recién en 2012, en la cuarta Cumbre en Nueva Delhi, India, el principal asunto tratado fue la creación de un nuevo banco de desarrollo, para afirmar el poder económico del Grupo en asuntos internacionales y no depender de Organismos Internacionales. Entre los objetivos del Banco figuraban la inversión en proyectos de infraestructura en países subdesarrollados y en desarrollo bajo entornos sustentables y con aumento de eficiencia y transparencia; otorgar préstamos de largo plazo durante crisis financieras globales, y proporcionar deuda convertible, que podría ser comprada por los bancos centrales de los estados−miembro. En la quinta Cumbre de 2013, celebrada en Sudáfrica, los líderes de estos países acordaron la creación de un Banco de Desarrollo, estableciendo un fondo común que financiase inversiones recíprocas, sobre todo en infraestructura, y como alternativa al Banco Mundial y al FMI y se preocupase no solo del crecimiento de las economías, sino también de su desarrollo. Y en la sexta Cumbre de 2014, en la ciudad brasileña de Fortaleza, se acordó su capital inicial y su modalidad de presidencia rotativa, en primer lugar, a cargo de India. Así, el BND tomaba forma, tras un lustro de nacimiento del Grupo.
En este contexto, y por la cercana relación que mantiene Argentina con los países BRICS, no sería de extrañar que una vez en marcha el Nuevo Banco de Desarrollo y en pleno funcionamiento bajo la gestión de Rousseff , el país pueda obtener créditos de la institución para obras de infraestructura.
