29 de julio de 2023
A contramano. Una biografía dialogada
Atilio A. Boron – Alexia Massholder
Akal / Inter Pares
439 páginas
Reflexiones. El libro es una conversación a fondo entre el reconocido analista internacional y la politóloga Alexia Massholder.
La filósofa alemana Hannah Arendt decía que una biografía no es solamente un retrato personal, sino más bien un retrato oblicuo de las épocas y los tiempos que atravesó su protagonista. A contramano. Una biografía dialogada es exactamente eso: un minucioso recorrido por la vida personal, política y académica de Atilio Boron que se entrecruza constantemente con momentos históricos clave de los siglos XX y XXI. A través de una extensa entrevista, realizada durante más de cuatro años por la politóloga Alexia Massholder, Boron bucea en sus propios recuerdos y experiencias para analizar, con lucidez y sabiduría, una serie de fenómenos y acontecimientos contemporáneos a sus ajetreados 80 años de vida: el primer peronismo, las revoluciones en Rusia y Cuba, la guerra de Vietnam, el golpe de Estado en Chile, el intervencionismo estadounidense en América Latina, el retorno de la democracia en nuestro país y la pandemia. Esos son solo algunos de los hitos que están bajo la lupa del reconocido intelectual argentino y que se intercalan con anécdotas sobre Salvador Allende, Hugo Chávez y Fidel Castro, entre otros pesos pesados de la historia latinoamericana.
El reportaje está estructurado en clave cronológica. Comienza en los primeros y felices años de vida de Boron en el barrio de Caballito, dentro de un hogar muy católico. Hijo de padre y madre italianos, su infancia estuvo marcada por la multiculturalidad: siempre estaba rodeado de familiares y amigos «de tantos mundos, idiomas, acentos, costumbres». Esa rica diversidad, sumada a la convulsión que vivía el país en los años del peronismo, fomentó su ya incipiente curiosidad y su temprana politización. Sin militar orgánicamente, primero se acercó al radicalismo y luego, como buen muchacho que concurría a misa todos los domingos, a la Democracia Cristiana, de la que se desilusionó completamente cuando ingresó a la Universidad Católica Argentina (UCA) para estudiar Sociología. En ese tiempo, sin embargo, tuvo su primer contacto con las ideas de Marx, a través de un libro sobre el autor de El Capital escrito por el teólogo jesuita Jean-Yves Calvez.
Hombre de mundo, Boron vivió, estudió y enseñó en varios países. En 1967, ya como sociólogo, viajó de Argentina hacia Chile, empujado por el golpe militar de Juan Carlos Onganía. En Santiago cursó la maestría de Ciencia Política de FLACSO. Allí vio, en primera persona, el ascenso al poder de Salvador Allende, con quien tuvo oportunidad de conversar más de una vez. Pocos años después, llegaría el golpe de Estado de Augusto Pinochet y el inicio de la «noche oscura» en toda la región. Los militares saquearon la casa familiar de Boron, robaron sus pertenencias, tiraron sus libros a la calle y los prendieron fuego.
Una trayectoria diferente
En ese momento, sin embargo, Boron no estaba en Chile. Ya había partido a Estados Unidos para estudiar el doctorado de Ciencia Política en la Universidad de Harvard, con la idea de que adquirir «un conocimiento minucioso de EE.UU. era imprescindible para combatir eficazmente al imperialismo». Una vez terminados sus estudios, le ofrecieron un codiciado puesto de profesor en la Universidad de Yale, con un jugoso salario y todas las comodidades imaginables. Pero las convicciones y su indetenible curiosidad hicieron que se inclinara por trabajar en FLACSO México y, más tarde, en la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM). Eso fue en 1976, cuando la «noche oscura» asomaba en nuestro país.
Volvió a la Argentina recién con el retorno de la democracia, para acompañar a su madre en sus últimos meses de vida. Aquí fue docente en la Universidad de Buenos Aires (UBA) –de la que llegó a ser vicerrector–, ofició como secretario ejecutivo de CLACSO y puso en marcha diversos proyectos del Centro Cultural de la Cooperación (CCC), como el Programa Latinoamericano de Educación a Distancia, que actualmente dirige.
En ese intenso recorrido académico, intercambió ideas con una enorme cantidad de autores que cualquier estudiante de ciencias sociales puede encontrar hoy entre sus apuntes. También conoció a figuras políticas de alto nivel, como Fidel Castro, con quien mantuvo un vínculo muy estrecho. «Me honró con su amistad y me educó con sus consejos», evoca Boron con admiración. El anecdotario incluye los nombres de Lula da Silva, Evo Morales, Rafael Correa, Eduardo Galeano y muchos más.
Ya en el siglo XXI, Boron decidió afiliarse formalmente por primera vez a un partido, el Comunista. Lo que confirma, como indica el título del libro, su carácter de intelectual «a contramano»: a diferencia de la mayoría de sus colegas –que, como decía don Arturo Jauretche, suelen subir al caballo por izquierda y bajar por derecha–, su trayectoria política e ideológica es exactamente a la inversa. Una trayectoria que lo posiciona hoy como uno de los referentes más importantes del pensamiento antiimperialista. Un intelectual que, a través de su mirada, invita a seguir reflexionando sobre el pasado, el presente y el futuro de América Latina.