25 de marzo de 2022
A 46 años del Golpe de Estado de 1976, el escrito expresa la necesidad de sostener las banderas de la memoria, la verdad y la justicia.
En marcha. «Estamos convocados nuevamente, junto a las Madres, Abuelas y los organismos de DD. HH, a las plazas de todo el país».
TÉLAM
Como cada año, el Instituto Movilizador de Fondos Cooperativos difundió una declaración con motivo de conmemorarse, en el aniversario del Golpe de Estado de 1976, el Día Nacional de la Memoria por la Verdad y la Justicia. «Este nuevo aniversario nos encuentra, tras dos años de pandemia, atravesando una crisis orgánica de carácter universal, del orden económico y social neoliberal, con el dramático agregado de una guerra en plena Europa, con su secuela de muerte y destrucción», señala el escrito. Asimismo, expresa que la encrucijada en la que se encuentra la humanidad «frente a los intentos de perpetuar un orden social injusto e inaceptable» hace que la evocación de la dictadura haga imprescindible el reconocimiento a una generación diezmada, «a la vez que nos señala que el proceso histórico continúa abierto en un marco general de disputa civilizatoria, no solo económica, sino también cultural y ecológica».
En otro tramo se refiere a los nexos del modelo desigual que impera a nivel mundial con las políticas económicas impuestas en la Argentina a partir de 1976. «Si uno de los objetivos de esa política fue desmantelar un modelo de desarrollo autónomo y soberano que contenía elementos valiosos de justicia social, el segundo se remitió a instalar una cosmovisión centrada en el individualismo extremo, la justificación de la desigualdad, la antipolítica, las más diversas relaciones de opresión y discriminación y la fractura de todo lazo de solidaridad social». Y manifiesta que el objetivo de fondo «fue una reconfiguración antidemocrática y autoritaria para favorecer a los grandes grupos económicos, tanto locales como extranjeros, mediante el terror y el genocidio».
Posiciones antagónicas
«La pandemia –señala el escrito– ha sido una nueva prueba para la humanidad y para la región, que desnudó posiciones antagónicas». De un lado, dice, potencias hegemónicas y grandes núcleos corporativos monopolizando vacunas «en una conducta manifiestamente inhumana», a la vez que intensificaban «las perspectivas ideológicas fundadas en la codicia, la discriminación, la violencia en diversas formas, incluso recuperando nefastas expresiones de ultraderecha». Por el otro, afirma que «en nuestro continente vuelven a expresarse electoralmente valiosas propuestas progresistas esperanzadoras, y la profundización de posiciones basadas en la solidaridad, la justicia, la igualdad». En otro tramo, afirma: «Nuestro cooperativismo, de inspiración transformadora, ha jugado a lo largo de más de seis décadas un papel trascendente en la vida de nuestra patria, en el que se vuelven a plantear, en nuevas condiciones históricas, dilemas y contradicciones similares a las de hace casi medio siglo. Los cooperativistas del IMFC nos sentimos herederos de identidades culturales y políticas democráticas, que expresan a mayorías sociales, para quienes la vida, la igualdad y la diversidad cultural deben ser los fundamentos de un orden nuevo, justo, libre y solidario». Este 24 de marzo de 2022 –expresa por último la declaración– «estamos convocados nuevamente, junto a las Madres, Abuelas y los organismos de Derechos Humanos, a las plazas a lo largo de toda la geografía del país, para sostener la memoria y seguir reclamando por verdad y justicia».