Cooperativismo | COOPERATIVA LA SOLAPA

Concretar los sueños de todos

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Texto y foto: Bibiana Fulchieri

Con sede en una antigua casona de Gualeguaychú, la entidad dedicada a la cultura y la cooperación ofrece talleres y espectáculos desde hace diez años.

Esquina. En la unión de Alem y Bolívar está la sede de la entidad, donde se desarrollan las principales actividades y eventos.

En una casona antigua que hace esquina en las calles Alem y Bolívar, está la sede de La Solapa Cooperativa de Cultura y Comunicación Ltda., en el barrio Costanera, a una cuadra del Balneario Municipal Los Obeliscos, sobre la margen norte del río Gualeguaychú, en la ciudad entrerriana del mismo nombre.
Agustín Marinelli (asociado), junto con Ignacio Demartín (asociado, consejero suplente), reciben a Acción e invitan a recorrer los espacios de La Solapa que contiene a la cooperativa y también dan vida a diversas propuestas culturales ofrecidas desde el año 2012, basadas en tres pilares fundamentales: el pedagógico, desde los talleres y capacitaciones que brindan; el artístico, en cuanto a los espectáculos o producciones audiovisuales; y el político, en la opción por los valores vinculados con lo comunitario, popular y federal.
«Acá funcionan algunas de las principales actividades de la cooperativa que son los diferentes talleres –explica Marinelli, recorriendo las salas acondicionadas que dan hacia la calle Moreno–, como instrumentos musicales, danzas, yoga y también realizamos los espectáculos y eventos en invierno: teatro y títeres. Las dos salas más grandes están ocupadas, ahora, por los elementos para construir por un lado el estudio de audio, para realizar las grabaciones de artistas solistas o las bandas musicales, y por otra parte la productora de videos que esperamos poner pronto a funcionar cuando esté todo adaptado». Y luego remarca Marinelli: «Mi rol específico es técnico en audio y video, desde software a soldar cables, pero los asociados trabajamos con esta dinámica cooperativa donde todos estamos abocados para que este lugar viva», enfatiza.
La casona de La Solapa también tiene una amplia cocina –cuentan que en tiempos de pandemia pudieron sostener este espacio cultural vendiendo comidas– y fundamentalmente, inaugurado en el verano pasado un patio de grandes proporciones que se transforma en escenario bajo las estrellas en las noches de peñas folclóricas y comidas típicas, de gran atractivo para el barrio y los contingentes masivos de visitantes que llegan tentados por los carnavales.
En la actualidad esta cooperativa tiene 14 asociados, de los cuales la mitad de ellos trabaja de manera continua y activa y el resto desempeña funciones como colaboradores puntuales.

Proyecto colectivo
Carlos Peralta, a quien todos los asociados nombran como el «padre» de La Solapa, evoca los primeros tiempos de esta entidad de trabajo cultural: «Los orígenes de esta cooperativa surgen hace diez años atrás de una inquietud personal. Como cantor regional que soy siempre tuve ganas de tener un lugar para hacer lo que uno tiene ganas de hacer, que es cantar en contacto directo con el público y también reunirnos en peñas, dar talleres y teatro –recuerda Peralta–. Me encontré con una casa desocupada y nos arriesgamos con mi familia a alquilarla». Poco después se sumaron jóvenes entusiastas que fueron imprimiendo características especiales a medida que se iba construyendo un proyecto más colectivo. «Pasamos a ser la Asociación Centro Cultural La Solapa y con el tiempo mutamos hasta constituirnos en cooperativa y en este nuevo domicilio mis sueños se vieron concretados junto con los sueños de todos. Eso da mucha fuerza», asegura.
El nombre de La Solapa remite a una leyenda mítica entrerriana, la que llama así a una duende que deambula a la hora de la siesta para llevarse a los pequeños –desafiantes, curiosos, desobedientes– que no la duermen. «La verdad es que llegamos a cumplir diez años con muchísimos tropiezos y esfuerzos colectivos. Acá decimos “a los ponchazos”. Fueron cuestiones diversas, incluida la pandemia de COVID-19 y también las vinculadas con la complejidad de asumirnos como trabajadores de la cultura», relata a Acción Federico Peralta, presidente y socio fundador junto con su padre.
«El gran cambio para organizarnos internamente y generar proyectos lo sentimos cuando esta cooperativa logró su matrícula en 2020, lo cual nos dio un nuevo impulso, como el de crear un área de gestión cooperativa para generar los recursos que necesitamos para desarrollarnos en cuanto a demandas externas o iniciativas propias en lo artístico cultural», recuerda Federico haciendo un detalle pormenorizado de las áreas productivas y sociales que involucran a los asociados de La Solapa.
«Ahora estamos en un gran proyecto como participantes y propulsores de cooperativas culturales –continúa Peralta haciendo énfasis en un encuentro que los tuvo como anfitriones–. Realizamos a principios de año el Festival Federal de Cultura Cooperativa en Gualeguaychú. A partir de allí empezamos a desarrollar el llamado Proceso Democrático Cultura Cooperativa 21/22 a través de las Acciones Intermedias, en encuentros con otras cooperativas para crear vínculos reales con ellas y marchar en conjunto a impulsar una nueva federación en el ámbito de la cultura. La idea es crear un órgano democrático que nos dé representatividad y nos relacione más profundamente con las cooperativas culturales de Rosario, Río Negro, Chaco, Misiones, Capital Federal entre tantas más que se sumarán». La Solapa ya forma parte la Federación Asociativa de Diarios y Comunicadores Cooperativos de la República Argentina (FADICRA).

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