11 de noviembre de 2024
En una nueva edición del ciclo de entrevistas a cargo de Horacio Embón, el juez Juan Ramos Padilla abordó diversos aspectos de la coyuntura actual.
Sala Pugliese. Embón y Ramos Padilla dialogaron sobre la trayectoria del juez y la actualidad política.
Foto: Jorge Aloy
Se realizó una nueva jornada de «Pensar la Argentina» en la Sala Pugliese del Centro Cultural de la Cooperación Floreal Gorini. El ciclo de entrevistas, a cargo del periodista Horacio Embón, ya recibió a Alejandro Horowicz, Santiago O’Donnell, Víctor Hugo Morales y Graciana Peñafort. En esta ocasión el presente lo dio el juez Juan Ramos Padilla. «Escuchar a Ramos Padilla me da la certeza de que la palabra y el derecho están todavía en la esperanza del juego real que necesita el país. El país necesita derecho, necesita las oportunidades que están escritas en la Constitución, no en el delirio de los gobernantes de turno. Hay hombres de fe, y hombres con trayectoria y con honestidad, Ramos Padilla lo es», dijo Embón para presentar al entrevistado.
El juez, presidente del Tribunal Oral en lo Criminal y Correccional número 29 de la Capital Federal, comenzó hablando de una vivencia personal. «La vocación me apareció por una tragedia que viví de chico, y es que a mi padre lo mataron y nunca supe quién fue. Mi padre era un abogado prestigioso. Entonces mi vocación por la Justicia viene por la injusticia. La injusticia de los que no consideran generar un poder judicial decente, un poder judicial equitativo, que se aplica solo a un sector social». La trayectoria de Ramos Padilla estuvo desde siempre ligada con las luchas por la memoria, verdad y justicia. Fue abogado de la Asamblea Permanente por los Derechos Humanos (APDH) y restituyó a niños apropiados durante la dictadura. De hecho, afirmó en su presentación que el acto más grande de justicia que le tocó vivir fue la restitución de una niña de 10 años en 1987, quien tuvo el primer DNI entregado a una persona restituida del país. También habló de su amistad con Raúl Alfonsín y su discrepancia acerca de la Ley de Obediencia Debida, que declaró inconstitucional. La situación del poder judicial hoy, el lawfare y la coyuntura política fueron otros temas que se abordaron en la entrevista.
También habló de la desigualdad social en la Justicia. «El dinero no es una prerrogativa, no es una clase social, la Constitución dice que todos somos iguales, el dinero no hace a un fuero», dijo el juez. Asimismo, señaló: «En el Poder Judicial y el Ejecutivo estamos viendo poderes perversos y violentos que nos pueden llevar a cualquier cosa. Tenemos que pensar en lo que estamos perdiendo. Y queremos volver a los conceptos como patria, pueblo, honestidad, decencia. Tenemos una Argentina rica con un pueblo maravilloso, en todos los aspectos, en el arte, en el deporte. Tenemos recursos naturales, yo no sé qué nos está fallando, ojalá esta sacudida nos sirva para recuperar la patria, recuperar las instituciones».
Y concluyó: «Ellos dicen que la Justicia es un contrapoder, pero eso es así cuando las minorías pobres están protegidas por la Justicia. Acá las minorías que protegen son las minorías de los ricos. Yo quiero una Argentina que nos dé todo lo que tenemos, que nos devuelva la patria, que nos devuelva la vida».