5 de diciembre de 2024
En los galpones ubicados en la intersección de las calles 3 y 526 (Tolosa), tuvo lugar el Primer Encuentro Cooperativo de la Comunidad Ferroviaria, un evento realizado con el objetivo de acompañar la conformación y desarrollo de cooperativas y fortalecer su inserción en las cadenas de valor territoriales. Allí, en el conversatorio titulado «Estado y cooperativismo: relación estratégica para la comunidad organizada», Ricardo Gil, presidente del IMFC La Plata hizo hincapié en la importancia del rol del Estado para lograr sociedades más igualitarias. «Ningún país desarrollado tiene un Estado débil ni una sociedad con distribución de la riqueza tan asimétrica como tenemos los países que no nos podemos desarrollar y estamos condicionados por eso», afirmó durante el panel, del que también formaron parte Gildo Onorato, presidente del Instituto Provincial de Asociativismo y Cooperativismo (IPAC); Ariel Cosentino, gerente de la Red de Sucursales de Provincia Microcréditos; Ezequiel Lopardo, subsecretario de Cooperativas y Organizaciones Sociales de la Municipalidad de Ensenada; y José María Bick, gerente de la sucursal Plaza Manuel Belgrano del Banco Provincia.
«¿Por qué el vínculo entre el espacio de la economía social –nacional y popular– y el Estado es fundamental? Porque el espacio privado viene, en un sistema capitalista que está afianzado desde hace más de 200 años, a buscar la máxima renta. No viene ni a buscar la mejor calidad de vida de las personas, ni la mejor distribución de la riqueza, ni la igualdad. Ahí está el rol del Estado de establecer pautas, reglas y legislaciones que posibiliten compensar esas asimetrías para que no se afiance ese modelo desigual que rige hace siglos», desarrolló Gil.
Además, el titular del IMFC La Plata también enumeró las ventajas y fortalezas que tiene el sector cooperativo para poder exigirle al Estado que lo proteja y lo tenga como prioridad, junto con las pymes, a la hora de diseñar políticas públicas. «Primero, porque generamos un sistema de administración más directo y más equitativo. Segundo, porque distribuimos en forma más directa. Tercero, porque nuestros balances muestran un superávit, que no es solamente económico, sino que también es social», detalló. Finalizó trazando un horizonte posible y el gran desafío del sector nacional y popular: «Podemos tener un mundo mejor, pero para eso tenemos que querer, y el desafío es hacer que lo quiera la gran mayoría».
A su turno, Gildo Onorato afirmó que «no hay posibilidad de tener un Estado más justo y más plenamente integrado a las necesidades populares si las fuerzas que mueven a la sociedad no son protagonistas en la gestión, en la planificación y en el desarrollo de una idea de país» y que «el sector cooperativo tiene un rol central como fuerza viva, es el principal foco de resistencia ante un modelo cruel, como el de Milei, que intenta desarticular el tejido solidario, productivo y social».
En el mismo marco tuvo lugar un conversatorio de experiencias cooperativas, del que participaron Joaquín Fernández Sacha, de la Cooperativa El Gran Pez; Yair Cybel, de El Grito del Sur y la Red de Medios Digitales; Yanina Settembrino, de la Federación Rural para la Producción y el Arraigo; Sergio Dumrauf, de La Justa Comercializadora; la Cooperativa Unión de Pescadores Artesanales; y la Cooperativa Lu.Tra., de la Corriente Nuestra Patria.
De la feria también participaron Pueblos Unidos de la Ribera, conformada por mujeres que realizan artesanías; carpintería Raíz Obrera, Evita Capitana 3, que ejecutan trabajos de herrería en general, y la propia anfitriona Comunidad Ferroviaria, con la barra de comidas y bebidas. El cierre de la jornada fue musical y estuvo a cargo de la banda platense El sable de Simón.