29 de mayo de 2024
La publicación cooperativa celebró medio siglo de un proyecto fecundo y duradero en una colmada sala Tuñón del Centro Cultural de la Cooperación.
Panel. Pettinari, Junio, Mutuberría, López e Imen encabezaron el encuentro en el CCC Floreal Gorini.
Bajo la convocatoria «50 años de publicaciones y pedagogías solidarias», Revista Idelcoop convocó a todos los que de alguna manera fueron y son protagonistas en la revista con el propósito de debatir sobre los modos de reinventarse en vista a los desafíos presentes y futuros y ahondar sobre el rol de la publicación como herramienta para repensar las prácticas y profundizar los debates del sector cooperativo.
Con un repaso por la historia, que destacó a «los maravillosos hombres y dirigentes que nos precedieron», el presidente de Idelcoop, Reynaldo Pettinari, destacó la mirada estratégica de los impulsores iniciales de la Fundación de Educación Cooperativa en 1973, que al año siguiente dio origen a la publicación «con una visión estratégica de lo que está por venir y que refleja la lucha del movimiento cooperativo». Pettinari destacó que su trascendencia va más allá del Instituto Movilizador de Fondos Cooperativos y el cooperativismo en general: «Es una revista que tiene consultas y es de uso académico en toda la región latinoamericana y del mundo de habla hispana», dijo, y agradeció luego a «los compañeros que valorizaron y potenciaron la publicación».
Juan Carlos Junio, presidente del IMFC, consideró que Revista Idelcoop «es un proyecto de gran trascendencia, fecundo y duradero, donde todos somos protagonistas» y coincidió con que «siempre debe haber un grupo visionario para fundar y construir en una perspectiva de futuro y tomar la decisión de materializarlo». Junio hizo un repaso por los orígenes del Instituto, la creación de las cajas de crédito y su incidencia en el sistema financiero. También los tiempos hostiles, las derrotas con los sucesivos golpes de Estado desde 1966 y la necesidad de «crear conciencia política y social de carácter cooperativo y solidario».
Así como en un principio había que «educar hacia adentro, también había que hacer todo lo que se pudiera hacia afuera, discutiendo la doctrina, recreándola sobre las bases de los retos de cada época», señaló Junio. Desde su creación, Revista Idelcoop revisa y discute teorías, a la vez que responde a la necesidad de contar con un instrumento que potencia, en términos ideológicos, el movimiento cooperativo.
Apuesta editorial
Valeria Mutuberría Lazzarini, coordinadora del Departamento de Economía Social y Cooperativismo del Instituto y miembro del comité editorial de la revista, destacó los 50 años ininterrumpidos «de este valioso instrumento» y agradeció a todos los presentes: «Ustedes son parte de esto, porque la leen, publican, difunden y son referentes de este logro colectivo».
Mutuberría rescató que se trata de «una herramienta de múltiples dimensiones: política, cultural, económica y educativa, porque así es el cooperativismo por el cual trabajamos y la revista es un producto de ello».
Sala colmada. Asistieron representantes del ámbito cooperativo, dirigentes y público en general.
En cuanto a los retos –que se ven reflejados a lo largo de su historia–, señaló que la publicación refleja la transformación de un sector de la economía social, solidaria, popular y feminista, sin descuidar la diversidad, que ofrece una mirada del cooperativismo argentino con experiencias federales, y hace aportes teóricos conceptuales de América Latina y otros continentes.
«La transformación social, económica y política no se puede circunscribir, tiene que trascender fronteras y así es la mirada que le damos a la publicación», sintetizó.
La dirigente, que propuso mirar el pasado para proyectar el futuro para «no olvidar las raíces ni los saberes que logramos para revalorizar lo que los predecesores construyeron para aportar hacia adelante», hizo una invitación a ser parte de la revista. «Ante la hostilidad respondemos con más amor, más asociativismo y más cooperativismo, esa es la salida», dijo, y llamó a «divulgar lo que hacemos, porque un mundo mejor y donde quepamos todos es posible».
«Queremos estar y ser parte de un proceso colectivo de construcción y una herramienta que sirva a nuestro movimiento», agregó a su turno Ana Laura López, editora de la revista. Luego de contar el trabajo colectivo que hacen hacia adentro –con los comités Científico y Editorial, integrados por referentes– destacó que «son 50 años de un acervo histórico, político e institucional de acceso abierto, que reflejan una definición política y editorial».
Lejos del «clickbait» y los «me gusta», la apuesta es sostener una publicación «rara en este mundo», con artículos y trabajos que son revisados y discutidos con compromiso y participación, que hacen a la calidad de lo que se publica. «Nuestra propuesta va a contramano de lo que se suele hacer en el campo duro de la academia, porque podemos estar meses con un artículo, lo analizamos, lo debatimos y se publica el mejor texto que podemos sacar», dijo Ana López e invitó, «con la premisa de que nadie se quede afuera de la revista», a sumarse todo aquel que tenga algo para contar.
Mantener vivo el fuego
El cierre del encuentro, que culminó con ágape y brindis, estuvo a cargo de Pablo Imen, director de Idelcoop, quien se refirió a la necesidad de «mantener vivo el fuego» como disparador para pensar «en estos tiempos de tormenta». También manifestó «orgullo por el pasado y la disposición para pelear y construir en los tiempos presentes y futuros».
«Nos sacamos el sombrero ante el pasado y la chaqueta ante el provenir», apuntó, y planteó el desafío de «reconocernos en una historia, asumir un proyecto y adecuarnos sin perder nuestra identidad en tiempos cambiantes, brumosos, complejos y de transición civilizatoria». Así, llamó a innovar frente a la dificultad, a «responder creando en situaciones de crisis» y a pensar cambios más profundos desde el cooperativismo transformador «frente a la desilusión democrática, el individualismo y el desarrollo tecnológico, maleable en las subjetividades», dijo Imen, citando al escritor y filósofo francés Eric Sadin y su análisis sobre la cuarta revolución industrial y los efectos de la tecnología en el siglo XXI.
«Las plataformas nos constituyen como consumidores individuales, que va en detrimento de la construcción de lo colectivo», señaló, y llamó a «no perder este horizonte emancipatorio de nuestra práctica, que le da sentido a la formación del movimiento», no solo de resistencia, sino como construcción de futuro, donde Revista Idelcoop hace su aporte fundamental para sistematizar esas prácticas.
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