2 de julio de 2022
«Este día es de alegre celebración, pero también de compromisos para asumir los retos de cada tiempo histórico», expresa la declaración alusiva emitida por el IMFC.
Alcance. Las cooperativas emplean a 280 millones de personas en todo el mundo.
ARCHIVO
El 2 de julio se cumplen 100 años del Día Internacional de las Cooperativas. «Para nuestro cooperativismo transformador, ese día es de alegre celebración, pero también de compromisos para asumir los retos de cada tiempo histórico», afirma la Declaración alusiva difundida desde el Instituto Movilizador de Fondos Cooperativos. Y expresa que a lo largo de toda su existencia, el movimiento cooperativo se ha consolidado como «una alternativa real en la construcción de organizaciones no lucrativas que propician modelos de gobierno y de gestión solidarias y formas de democracia auténticamente participativas que se combinan con la eficiencia de su gestión y la calidad de sus productos y servicios». En muchos casos, afirma luego el documento, «estas visiones y conductas democráticas, junto a la eficiencia en la satisfacción de necesidades comunes, se combinan con la voluntad y la opción ético-política de transformar el mundo en un sentido emancipatorio: tal es el legado irrenunciable de los socialistas utópicos, fundadores del movimiento cooperativo». También repasa los alcances del cooperativismo en el presente: más del 12% de la población mundial es cooperativista en alguna de las tres millones de cooperativas; las 300 cooperativas y mutuales más grandes generan un volumen de actividad de casi 2.035 billones de dólares; las cooperativas emplean a 280 millones de personas en todo el mundo, lo que supone un 10% de la población económicamente activa a nivel planetario. «Lo interesante de este poderoso torrente que se plasma como una alternativa a la lógica de la máxima ganancia –agrega– es que el proyecto cooperativista se basa en valores y principios humanistas, logrando trascender y crecer a pesar de reglas todavía predominantes». Asimismo, destaca el nuevo ciclo político regional de gobiernos de signo progresista, que «vuelve a reformular un mapa muy dinámico, en un mundo de cambios y transiciones profundas». El documento no deja afuera el análisis de la compleja coyuntura actual, atravesada por la crisis civilizatoria marcada por una profunda desigualdad que se acrecentó con la pandemia, la guerra de Ucrania y el creciente daño medioambiental. «El cooperativismo transformador es un modelo de gestión solidario –cierra la Declaración–. Debemos desplegarlo con la convicción de que estemos realizando un valioso aporte en pos de un verdadero proyecto civilizatorio, que redoble sus apuestas por la construcción de una sociedad más justa, más igualitaria, más democrática, más libre, más humanista y con más igualdad de géneros».
La Declaración completa puede descargarse haciendo click aquí.