14 de diciembre de 2025
Política, negocios y periodismo. 80 años de Clarín
Guillermo Mastrini, Martín Becerra y Ana Bizberge
Universidad Nacional de Quilmes Editorial
191 páginas

Ocho décadas de incidencia en la política, en la economía, en la vida cotidiana de millones de argentinas y argentinos. Eso, quizás, sea lo que celebró recientemente el ahora Grupo Clarín, nacido como un diario pensado por su fundador como una herramienta para sustentar una eventual carrera política. Hoy corporación empresaria de descomunales dimensiones, el Grupo se ubica como uno de los conglomerados más concentrados de América Latina, a la par de Televisa y Globo, y da la batalla del cambio de paradigma que impone la revolución digital.
Ese viaje desde el diario de Roberto Noble hasta la megacorporación capitaneada por Héctor Magnetto recorre el libro Política, negocios y periodismo. 80 años de Clarín, escrito por los investigadores Ana Bizberge, Martín Becerra y Guillermo Mastrini.
El trabajo analiza la historia de la empresa mediática desde sus aspectos culturales, políticos y económicos. Casi siempre a buenas con el poder político, en períodos constitucionales y en dictaduras, Clarín logró que el Estado juegue con su camiseta, tanto en regulaciones como en medidas económicas, y hasta recibió, en un proceso irregular y con aspectos siniestros, la única fábrica de papel para diarios de la Argentina, que compartió durante décadas con La Nación y La Razón, fijando de este modo un límite infranqueable para la competencia. Esto ocurrió bajo la dictadura genocida de Videla, de cordial vínculo con el gran diario argentino.
El «casi siempre» alude a las presidencias de Cristina Fernández, contra quien el grupo mediático desplegó un intenso «periodismo de guerra» tras la sanción de la Ley de Servicios de Comunicación Audiovisual que no cesa en el presente.
Apalancado en la influencia política y capacidad de lobby que generaba ser el diario de mayor circulación del país, llegó a la etapa de la expansión multimediática en condiciones de torcer las limitaciones legales para sumar medios audiovisuales y fijar nuevas reglas de juego. Luego, el gran cambio de ser proveedor de servicios múltiples y la gran concentración, uno de cuyos mojones fue la fusión de Cablevisión con Multicanal, aprobada en el último día hábil de mandato de Néstor Kirchner. En pocos años, el salto fue más grande: conectividad y telecomunicaciones. «La expansión corporativa a estos mercados fue catapultada por la previa masividad e influencia de los medios de comunicación y de la explotación política que hizo de esos atributos la conducción del grupo. Desde entonces –explican Bizberge, Becerra y Mastrini– los contenidos están subordinados a los negocios, justo al revés de lo que ocurrió hasta el cambio de milenio».
Con la reciente adquisición de Telefónica por parte de Telecom, anteriormente incorporada al grupo, que se encuentra en plena controversia regulatoria iniciada por el Gobierno de Javier Milei, esta corporación llega a sus 80 años como dueña absoluta de las telecomunicaciones en Argentina, con el siempre pendiente salto al plano internacional, y el desafío de afrontar la inevitable renovación de su conducción (Magnetto nació en 1944).
La investigación publicada por la Universidad Nacional de Quilmes, con alta densidad informativa y analítica y muy bien escrita, ilumina el derrotero de un grupo empresario que, a través de su versatilidad, capacidad de adaptación y, sobre todo, su influencia sobre los poderes del Estado, se convirtió en actor principal de la historia reciente, que hizo que distintos Gobiernos modificaran la ley o crearan leyes hechas a su medida, para expandir sus negocios. Tal como reza el título del libro, Clarín hizo que en la Argentina de los últimos 80 años, política, negocios y periodismo fueran de la mano… en su propio beneficio.
