26 de febrero de 2022
Tatiana Tolstáia
Tusquets
266 páginas
Quizás haya que leer el primero el más extenso y el último de los textos que componen Mundos etéreos para entender qué llevó a Juan Forn a incluir a Tatiana Tolstáia en la colección Rara Avis. El primero es el único de los 16 traducidos por Forn, se titula «20/20» y ya desde ahí Tolstáia planta la bandera de su escritura: tras una cirugía por miopía, la autora debe permanecer en la más completa oscuridad; entonces, como Borges tras aquel asunto de la ventana, emerge la epifanía y el ojo de la mente recupera imágenes del pasado y las convierte en palabras. El más extenso, que da título al volumen, podría ser la historia de una casa, la que Tolstáia, al llegar de Rusia, compra en Princeton a una pareja recién divorciada y reconstruye, con paciencia y sacrificio, entre viajes laborales y recovecos legales. Si todo texto es político, el de Tolstáia lo es en la comparación entre los Estados Unidos y la Rusia de los 90 tras la caída del Muro. «Fue una grata sorpresa saber que los estadounidenses robaran: los rusos no somos los únicos», escribe. Al cuento que cierra el tomo, «Mira el dorso», se refiere Forn en «Tatiana en el cielo con mosaicos», que fuera una de sus recordadas contratapas y oficia aquí como prólogo: Rávena, un padre, una postal, el paraíso, un mundo que se hunde. Narrados desde una perspectiva autorreferencial, donde se cruzan autobiografía y ficción, los relatos de Mundos etéreos por momentos rozan lo fantástico o el realismo mágico, y pueden descifrarse como la puja de una mujer por encontrarse a sí misma. Que sea este título el que venga a ponerle fin a la colección tras la muerte de su mentor es un hermoso acto de justicia poética.