18 de mayo de 2021
Eduardo Crespo
Santana y la pérdida de un ser querido.
Esta película, que participó de la Competencia Oficial del Festival de San Sebastián, trata sobre la pérdida de un ser querido y el misterio que gira a su alrededor. El tiempo real y el percibido por el duelo se cruzan con la intensidad de los sueños en este relato. Un joven (Brian Alba) es hallado muerto en un territorio rural. Rodrigo (Rodrigo Santana), el hermano menor, viaja al pueblo en auto junto con su madre (gran labor de Romina Escobar) en busca de reconstruir el pasado reciente. Ambos recorren los lugares frecuentados por el joven fallecido, mientras se encuentran con su compañero de trabajo (Giovanni Pellizzari) y su novia (Jésica Frickel), quienes les cuentan, cada uno a su manera, una anécdota memorable. Lo notable del film de Crespo es su capacidad para sumergirnos en las sensaciones metafísicas asociadas con el luto, con una forma de emplear el dispositivo cinematográfico en favor de trasmitir emociones y estados de ánimo. Con estos recursos, suspende el tiempo para hablar de lo incomprensible de la muerte con imágenes de una profunda sensibilidad. Puede verse en la plataforma Flow y salas de cine.