5 de noviembre de 2024
Picnic Extraterrestre
Conductor: Fabián Casas
Viernes a las 19
YouTube
Escucha. Casas dialoga con figuras como Pilar Gamboa (foto) o Santiago Motorizado.
Libertarios y kirchneristas, influencers consagrados y estrellas de la TV: en los últimos tiempos se consolidó una oferta diversa de canales de streaming donde cada vez más comunicadores se interesan en participar. Híbridos entre el podcast, la radio y la televisión, circulan de manera fragmentaria en recortes que muchas veces son más vistos que sus emisiones completas. Lo cierto es que estos «nuevos medios», que parecerían satisfacer nuevas necesidades de información y entretenimiento en tiempos de pantallas múltiples, encuentran una de sus opciones más disruptivas en un ciclo de conversaciones dentro de «un streaming que une la música, el humor, la literatura, el pensamiento, la belleza», según se definen en su cuenta de YouTube.
Nacido en mayo de 2024, dirigido por la escritora, librera y gestora cultural Paula Vázquez, con producción general de Federico Frágola, Picnic Extraterrestre es, además del nombre de este canal, un programa que se emite grabado todos los viernes a las 19, conducido por el escritor Fabián Casas. «El año pasado escribí un tratamiento para un programa que tenía en mente. Pensé en Picnic Extraterrestre, la novela de los hermanos Strugatski que adaptó Tarkovsky. La productora Paula Vázquez se entusiasmó y me propuso que, con la idea de Picnic, hiciéramos todo un canal de streaming», le cuenta a Acción.
No se trata solo de entrevistas con figuras de la cultura de la talla de la cronista Leila Guerriero, la actriz Pilar Gamboa, el director de cine Martín Rejtman o el músico Santiago Motorizado, entre otros. Es una experiencia que se nutre del humor absurdo y el interés genuino de Casas por indagar en el universo personal, creativo y sensible de la persona entrevistada. Todo sazonado por sketches de humor absurdo, a lo Cha cha cha, donde se viste de astronauta o de empleado de limpieza de un baño público.
Casas innova y experimenta. Tal vez esa impronta disruptiva que mantiene en estos diálogos, que siempre finalizan con un poema leído por él mismo formado por frases dichas en la entrevista, radique en su disconformidad con el formato. «A mí no me gusta el streaming. Me parece que es como una reescritura de los programas de Tinelli. Violentos vengativos», revela. Y aclara que Vázquez «buscó hacer un streaming creativo, artístico». También agrega que no mira otros canales, pero le gusta «que haya laburo para mucha gente, porque vivimos una época muy dura».
«Quería agregar algo del nonsense, del humor sin sentido», afirma Casas, que sostiene que no sabe entrevistar y aporta una clave más acerca de su estilo: «Aplico el desatino controlado: saber que las cosas no tienen sentido, pero ejecutarlas como si lo tuvieran». Acto seguido, destaca a su producción: «Te diría que es lo mejor de Picnic y es lo que no se ve. En cada charla tengo productoras geniales que me preparan informes que leo un rato antes de empezar».
Otra curiosidad es que cada entrevistado presenta un «objeto extraterrestre». «Surgió porque estaba la idea de picnic y que los extraterrestres cuando se van dejan olvidadas cosas en la tierra», explica. Así, por ejemplo, Nina Suárez llevó la computadora de su madre, Rosario Bléfari; y el actor Rafael Ferro contó la historia de un anillo que se compró en México para aparentar ser narco.
«¡Es espectacular!», dirá Casas, con entusiasmo, en diversos pasajes de la conversación. Su risa es como un estallido que contagia y, a la vez, irrumpe como la patada de un maestro de karate. Ante la proliferación de canales de streaming que amenazan con devorarse unos a otros, la voz sincera de un escritor interesado en escuchar al otro invita al espectador a zambullirse en el arte de la conversación.