29 de junio de 2025
Mountainhead
Director: Jesse Armstrong
Intérpretes: S. Carell, J. Schwartzman, C. Michael Smith, R. Youssef
País: Estados Unidos
HBO Max
Multimillonarios. Youssef, Smith, Carell y Schwartzman, el elenco perfecto.
Foto: Prensa
La proliferación de sátiras sobre un mundo dominado por plutócratas de la cada vez más poderosa industria tecnológica no es casual. Día a día confirmamos cómo esa distopía se vuelve más y más tangible. Los supermillonarios de esta época son salvajes y desprejuiciados, ya se sabe de sobra. «Efectivamente, hay una guerra de clases. Y la estamos ganando los ricos», dijo no hace mucho Warren Buffet, por si queda alguna duda al respecto.
El menú, El triángulo de la tristeza, Glass Onion: un misterio de Knives Out e incluso The White Lotus (por su mordaz crítica a la desquiciada oligarquía contemporánea) han puesto el foco en este nuevo escenario. Mountainhead es parte de la misma saga. La expectativa alrededor de esta película producida por Max está justificada: su director es Jesse Armstrong, el mismo creador de uno de los grandes éxitos de esta plataforma, la serie Succession, otra inmersión en el universo de los poderosos cargada de inteligencia y acidez.
En este caso, la trama está enfocada en la reunión de cuatro magnates del negocio tecnológico en una deslumbrante mansión situada en una zona montañosa de Utah, mientras un desarrollo de inteligencia artificial de uno de ellos causa estragos en el mundo. La excusa es una partida de póker, pero el encuentro de estos insufribles machos alfa está claramente orientado a medir la fortuna e influencia de cada uno y, en medio de una conversación que empieza a derivar hacia fantasías delirantes, surge la idea de dominar el planeta para terminar con las incómodas regulaciones que imponen los Estados.
Uno de los países que quieren conquistar para llevar adelante sus psicóticos planes es nada menos que Argentina, presentada una vez más en una ficción anglosajona como una república bananera en la que es bastante simple cooptar políticos e instrumentar un golpe de Estado con apoyo militar.
No es difícil identificar el modelo de los personajes: Peter Thiel, Elon Musk, Sam Altman, Marc Andreessen, Mark Zuckerberg. Hay características de todos ellos y de otros titanes de Silicon Valley en este cuarteto de hombres buenos para hacer dinero pero increíblemente torpes, inmaduros y, sobre todo, insensibles en casi todo aquello que no tenga que ver con facturar. Alguien podría decir que son caricaturas, pero conviene recordar las últimas apariciones públicas de Musk e incluso los exabruptos de Donald Trump para concluir que los perfiles no son tan exagerados.
En algún momento de una trama cuya inverosimilitud va in crescendo aparece la idea de un asesinato y todo se vuelve aún más disparatado. Mientras llegan a los móviles insistentes breaking news de una guerra global inminente, la batalla interna en la mansión, impulsada por la codicia y la estupidez, crece hasta límites insospechados.
Steve Carell, Jason Schwartzman, Cory Michael Smith y Ramy Youssef son el elenco perfecto para esta parodia con algunos trazos gruesos pero igualmente eficaz. Componen muy bien a esos niños engreídos y caprichosos encerrados en cuerpos de adultos que, aún con todas sus disfuncionalidades, tienen un poder desmesurado y lo manejan con absoluta negligencia.
Pero si alguien piensa que esta ficción es demasiado hiperbólica, quizás deba pensar brevemente en lo que está pasando hoy en Estados Unidos y, claro, en Argentina con las nuevas corrientes de liderazgos mesiánicos y brutales que parecen parte de una mala comedia, pero triste y peligrosamente son una realidad muy concreta de nuestro día a día. La comparación asusta.
