4 de diciembre de 2025
Task
Creador: Brad Ingelsby
Intérpretes: M. Ruffalo, T. Pelphrey, R. Castillo, A. Oliver, F. Frankel, T. Mbedu
HBO

Brillante. Ruffalo interpreta a un exsacerdote convertido en agente del FBI.
Creador de la exitosa y merecidamente elogiada Mare of Easttown (protagonizada por Kate Winslet), Brad Ingelsby usa otra vez como escenario a los suburbios proletarios de Filadelfia para esta serie sombría y cargada de dilemas existenciales que estrenó en Argentina la plataforma HBO.
Con un trabajo sagaz de montaje en el inicio, nos introduce muy rápido en la historia y presenta a sus antagonistas: Tom (Mark Ruffalo) es un exsacerdote convertido en agente del FBI y su «rival», Robbie (Tom Pelphrey), trabaja como basurero con su amigo y socio Cliff (Raúl Castillo), pero en verdad usa los recorridos de la recolección de residuos para identificar casas de pequeños traficantes de droga a los que termina robándoles la recaudación.
Hay indicios que nos llevan a sospechar que se trata de algo más que de un simple enfrentamiento entre la ley y la delincuencia, pero lo iremos descubriendo de a poco, a lo largo de los siete capítulos de Task. El objetivo principal de la serie, es relevante aclararlo, no es tanto la resolución de intrigas, sino más bien la exploración profunda alrededor del sufrimiento y la redención.
Tom y Robbie simbolizan dos extremos de la búsqueda espiritual y moral: el exclérigo que arrastra la culpa y la vergüenza, por un lado; el hombre derrotado que busca enmendar sus errores del pasado, por el otro. El motor de la trama es efectivamente la línea policial (hay tráfico de drogas, robos, secuestros y violencia), pero el foco más importante es la evolución interna de estos personajes. Ingelsby dedica tiempo a indagar en sus heridas y desarrolla con ingenio un crescendo emocional que alcanza su clímax en los capítulos centrales.
Inspirado por su educación católica y lecturas de los textos del sacerdote franciscano Richard Rohr, Ingelsby riega el relato de referencias sobre la fe y el amor, articulando la posibilidad de que el pequeño cambio interno sea la verdadera solución al dolor y al fracaso. Tanto el recorrido de Tom como el de Robbie revelan la vergüenza de no haber sabido cuidar, la dificultad que puede implicar perdonar y el valor de intentarlo aun cuando el contexto parece adverso. En el fondo, Task es una ficción cuyo gran tema es la paternidad, atravesada en este caso por todos esos desafíos.
El equipo con el que trabaja el atormentado personaje de Ruffalo también aporta condimentos a la narrativa: Lizzie (Alison Oliver) es una policía estatal honesta pero dispersa y propensa a bloquearse en situaciones de alta presión, Anthony (Fabien Frankel), un detective católico devoto, y Aleah (Thuso Mbedu), una joven afroamericana marcada por la violencia doméstica. Tanto este grupo como el de los Dark Hearts, una banda de motociclistas que funciona como peligrosa organización criminal, operan con la errática lógica de una familia disfuncional. Todos tienen temas por resolver que van más allá del juego del gato y el ratón que dinamiza cada uno de los capítulos.
Es que, a diferencia de la mayor parte de las ficciones de este tipo, en Task cada personaje es importante: a Ingelsby le interesan tanto los policías como los villanos. «Se trata de un drama sobre cómo es vivir bajo presión –ha explicado su guionista y director en los días previos a su estreno–. Sobre lo que hace la gente que se siente arrinconada porque ve que no tiene opciones. Confío en que, aunque no siempre esté de acuerdo con las decisiones que toman los personajes, la audiencia de la serie pueda entender por qué cada uno hace lo que hace».
