1 de junio de 2023

El éxito obtenido por El método Kominsky tomó por sopresa al actor. «Yo no estaba pensando en hacer televisión y cuando Chuck Lorre me envió el proyecto no entendía demasiado el mundo del streaming. Pero leí el guion, y era tan bueno que no me pude resistir», dice el protagonista de la serie de Netflix. «Me pareció fascinante que él pudiera encontrar el humor en un tema que es bastante deprimente como que todos nos estamos poniendo viejos. Chuck sabe que es posible pasar de un momento divertido a uno de tristeza y sabe cómo hacerlo. El guion era muy bueno y los textos brillantes son irresistibles para los actores», agrega. 
–¿Y encontró humor en el hecho de ponerse viejo?
–Solo a la hora de hacer una serie de televisión. Cumplí 78 años y sé que si me quedan 15 buenos años tengo que estar feliz. No es mucho tiempo, pero envejecer me sirvió para ser mucho más consciente sobre la forma de utilizarlo y con quién lo quiero compartir. 
–¿La serie ayudó a la gente mayor a hablar de sus problemas reales?
–Es probable. Me han dicho que la serie se atreve a hablar de temas que son muy familiares para todo el mundo pero que en realidad nadie quiere tocar. Parte del humor viene de las risas nerviosas que provoca compartir las cosas por las que pasan los hombres mayores. Mucha gente se me acercó para confesarme que se identificaba con lo que les pasa a los protagonistas, pero me sorprende que mucha gente joven también la miró. Y eso es algo que no termino de entender muy bien. Tal vez les gusta ver la vulnerabiliad de la gente mayor. En cierto sentido los hombres de cierta edad son como los políticos: tienen todas las respuestas y hablan de una manera muy elocuente, pero siguen teniendo las mismas inseguridades que cuando eran jóvenes.