En el marco del 50º aniversario de Acción, un panel integrado por destacados reporteros gráficos se dio cita en el CCC para intercambiar impresiones sobre la historia, la actualidad y las perspectivas de la fotografía en los medios gráficos.
10 de agosto de 2016
Opiniones. El coordinador, Jorge Aloy, acompañado por Calviño, Torres, Paone y Mac Allister: un estimulante diálogo abierto entre especialistas. (Guadalupe Lombardo)
Como parte de los festejos por el 50° aniversario de la revista Acción, el pasado 14 de julio, se realizó la mesa redonda «Las nuevas tecnologías y el futuro del fotoperiodismo» en el Centro Cultural de la Cooperación Floreal Gorini. La publicación cooperativa siempre valoró a la fotografía, reconociendo que una imagen muestra y a la vez dice y que, lejos de ser un mero acompañamiento, forma una unidad dinámica con el texto.
A manera de ejemplo de esta filosofía y práctica periodísticas, Acción siempre publicó trabajos de reporteros gráficos de primer nivel. Por ese motivo, el evento contó con la presencia de fotoperiodistas que se encuentran entre los más prestigiosos del país, con una extensa y valiosa trayectoria que trasciende las fronteras. Jorge Aloy (fotógrafo de Acción) fue el coordinador del panel, que estuvo integrado por Rafael Calviño (Noticias Argentinas, Página/12 y Página 30), Esteban Mac Allister (Télam), Horacio Paone (Revista 23, Acción) y Ezequiel Torres (Revista 23 y actual presidente de ARGRA).
En el transcurso de la charla se habló de las nuevas tecnologías, pero también de la historia de la fotografía y del fotoperiodismo (de su pasado, su presente y su futuro), y de las diversas problemáticas que acompañan a cada coyuntura. Los panelistas también se refirieron a la formación de los profesionales y su lugar en los medios, así como al espacio que estos dan a la fotografía hoy en día. Y, por supuesto, se mencionó la pasión y el amor por este trabajo-oficio-arte que los convoca durante casi todo el día, la mayor parte de sus vidas.
Nuevos paradigmas
En la apertura, Paone puntualizó varios hechos fundamentales en la historia del fotoperiodismo. «La primera fecha que marcó un cambio fuerte fue a mediados del siglo XIX, cuando empieza la fotografía. Había un grupo de artistas, llamados bohemios, que vivían de hacer retratos a través de la pintura. Y de pronto irrumpe la fotografía y salta todo un poco en mil pedazos, porque estos tipos que manejaban pinceles tuvieron que terminar comprándose una cámara fotográfica, para poder seguir trabajando en lo que les gustaba y les daba de comer, que era hacer retratos», señaló.
A fines del siglo XIX, advirtió Paone, con la primera fotografía publicada en un diario inglés, quedó marcado el comienzo del fotoperiodismo. «La primera vez, y la última en realidad, que se dio una batalla entre la televisión y un medio gráfico», recordó, fue cuando la revista Life rivalizó con la primera señal de televisión por la cobertura de los funerales de Winston Churchill en 1965. Desde entonces, la fotografía nunca más llegó a tener la inmediatez y la masividad que logró la televisión.
Por último, Paone destacó un hecho triste para la profesión: en 2003, en la ciudad de Chicago se despidió a todo el plantel de fotógrafos de un importante periódico para, a cambio, darles un celular con cámara a sus periodistas. Los resultados fueron pésimos y el hecho marcó un antes y un después.
En consonancia con lo anterior, Calviño advirtió que «estos cambios se van a producir». Y lo comparó con «los que se dedicaban a hacer grabados en el siglo XIX, que publicaban los diarios y que luego, con la llegada de la fotografía, fueron expulsados» del mercado periodístico. Y agregó: «No es que va a desaparecer nuestra profesión, pero es claro que va a haber una pérdida. Ahora, cómo va a evolucionar el tema, no lo sé».
Horizonte profesional
«El presente se ve bastante difícil, pero hay un ejemplo para mirar, que es cuando aparece la primera cámara de Kodak», destacó Mac Allister, a su turno, trayendo a colación un ejemplo pertinente. «Muchos fotógrafos tenían un muy buen negocio, que era retratar personas, familias, monumentos, ciudades, edificios. No había nadie más que lo supiera hacer. Entonces, cuando aparece Kodak, con esa camarita con el slogan “Usted apriete el botón que nosotros nos encargamos del resto”, de repente un montón de gente entró en el mismo estado de pánico en el que nos encontramos nosotros ahora. Y, sin embargo, la fotografía siguió existiendo y ocupó los medios. Además, en el mundo actual, tenemos un nivel de producción fotográfico altísimo. O sea, en sus primeros cinco años de existencia, Facebook logró juntar la misma cantidad de archivos fotográficos que había en el mundo hasta ese momento».
Hablando del presente, se destacó una cuestión que afecta al fotoperiodismo: el formato que se impone a través de Internet y que, por su diseño apaisado, dificulta la composición a la hora del clic, además de anular el formato vertical. Esto se debe a lo que pareciera ser una tendencia de los medios gráficos digitales, la de suplantar la foto por el video, con lo que un nuevo gran cambio se avecina en la profesión.
«La mayoría de los reporteros gráficos somos fotógrafos, en el sentido de que amamos, además, esta forma de expresión, esta forma de vida, que es estar sacando fotos durante casi todo nuestro tiempo. Y efectivamente se producen pérdidas notables», destacó Calviño. «Por ejemplo, el tiempo que uno dedica a mirar una foto en una pantalla o en un teléfono es muchísimo menor que con una fotografía impresa. En cualquier publicación en papel, la imagen sigue estando ahí por más que sigamos leyendo, es decir, mantiene su presencia dentro del diseño. En Internet pasa a ser otra cosa: en el teléfono, en la red social, luego de leer el título y ver la foto, la imagen desapareció de la pantalla».
Para Torres, en tanto, «los problemas que tenemos hoy no son solo que con un telefonito uno pueda realizar una foto de igual, mejor o similar calidad que con una cámara digital. En la Web la circulación de imágenes es tal, que no podemos ver con atención: en medio de ese bombardeo, cada vez podemos prestar menos atención a algo importante, a algo trascendente. Y eso forma parte de la estrategia: que no podamos concentrarnos en lo que nos tenemos que concentrar. La fotografía de prensa está muy atada a la historia de los medios de comunicación y, hoy en día, más que medios son empresas. Sabemos los objetivos que persiguen, y eso ha desvirtuado todavía más el rol de la prensa o de los fotoperiodistas».
A modo de conclusión, Torres planteó que «los fotógrafos tenemos que ser la voz de los que no la tienen, tenemos que mostrar lo que no se quiere mostrar. Está claro, para mí, el rol que como reportero gráfico tenemos que asumir: documentar la realidad que le toca vivir a nuestro pueblo, la realidad que nos toca vivir como nación. Nuestra cotidianeidad».
