22 de agosto de 2022
Los humedales del Delta del Paraná están desapareciendo a un ritmo acelerado y de ese modo se potencia el cambio climático en la zona. La deforestación, los negocios inmobiliarios, la construcción ilegal de terraplenes, la pesca industrial, la exportación de soja en grandes buques, la construcción de represas hidroeléctricas y el volcado de desechos industriales en el Paraná son solo algunas de las causas –de una lista más extensa– que, en la actualidad, se manifiestan principalmente en una sequía extrema que azota la región y en los continuos incendios forestales. Sus consecuencias se evidencian en la desaparición de lagunas, arroyos y otros cursos de agua, que dificultan la vida de las comunidades y de la fauna y flora nativa, que muere. Acciones que no hacen más que apresurar el ecocidio en marcha.