3 de septiembre de 2025
Cada año, más de un millón de fieles visitan el santuario de la Difunta Correa en el pequeño pueblo de Vallecito, provincia de San Juan. La creencia popular sostiene que Deolinda Correa, durante la guerra entre unitarios y federales, intentó atravesar el desierto con su bebé de meses en brazos para reencontrarse con su marido, quien había sido reclutado compulsivamente por el ejército de federales. Allí, ante la amplitud térmica del desierto de Vallecito murió de sed, pero cuando fue encontrada por un grupo de arrieros, seguía aún amamantando a su niño. He aquí el primer milagro. Es por eso que en los altares que la homenajean en las rutas argentinas y chilenas se le suelen ofrendar botellas de agua. Sus milagros pasaron de boca en boca, y si bien es una santa popular no beatificada por la Iglesia católica, pronto sumó devotos que afirman que es milagrosa y protege a los viajeros en las rutas.
