24 de mayo de 2023
El director artístico del CCC cumple 50 años con la cultura y la vocalista lo homenajea con un espectáculo que recorre su producción más reciente.
Formato canción. Infante tomó como punto de partida los versos que Villafañe publicó en los libros «Públicos y privado» y «El corte argentino».
Foto: Kala Moreno Parra
Poeta, gestor cultural y director artístico del Centro Cultural de la Cooperación Floreal Gorini, entre otras cosas, Juano Villafañe cumple en 2023 sus 50 años con la cultura. Y lo viene festejando, como es de esperar, con una cantidad de obras y eventos artísticos. En esta ocasión, la música fue la elegida para darle cierre a esta celebración tanto artística como vital. Es así que la cantante Débora Infante decidió que algunos de los poemas que Villafañe escribió y publicó en sus últimos dos libros, Públicos y privados y El corte argentino, adoptaran la forma de canciones.
A la presentación que tuvo lugar la semana pasada en la Sala Solidaridad del CCC, se le sumarán dos nuevas fechas, este miércoles 24 y el 31, en el mismo espacio. En el espectáculo la acompaña su banda, que integran Hugo Dellamea (guitarras, voz, arreglos y dirección artística), Marcelo Dellamea (guitarra eléctrica, acústica y voz), Facundo Ciminelli (bajo) y Ariel Sánchez (percusión).
Las 7 canciones, 7 poemas que fueron incluidas en el disco El regreso de la mañana. Cantares de un mundo poético: son «El regreso de la mañana», «Mar de fuego», «Otoño perdido» (dedicado a María Elena Walsh), «Los caballos galopan en la nieve» (dedicado a Pablo Neruda), «Teatro en el río», «Canto en la tierra» (dedicado a Leda Vallarades) y «Ella». En la interpretación se percibe un abanico musical amplio, que va desde el folclore hasta el rock.
Con gran amabilidad, tanto Infante como Villafañe conversaron con Acción. «Nosotros hicimos con Débora un espectáculo que titulamos Poemas y canciones en la multitud, en 2018», cuenta el homenajeado. «Era una relación de ambas prácticas: la poesía dicha, oral, por mí, y la canción cantada, interpretada, musicalizada por Débora. Asociaciones y afinidades que siempre fuimos cultivando y nos llevaron a forjar una amistad, un vínculo profesional, artístico. Yo presenté mi libro El corte argentino, escrito durante la pandemia, que es una suerte de novela familiar, de experiencias poéticas de mi infancia, por ejemplo cuando viví con Pablo Neruda en Isla Negra; también unas experiencias con Leda Valladares en Ecuador; o una amistad con María Elena Walsh. Y entonces Débora se interesó en llevar adelante una suma de canciones a través de mi poesía, que incluye a estos representantes de la cultura latinoamericana». Para Villafañe, «la asociación de poesía y música se puede hacer en la medida que quien hace las adaptaciones musicales tiene también el sentido de lo poético, entonces lo poético se multiplica. No es solo ponerle música, sino incorporar el ritmo que tiene el poema a un ritmo posible de ser cantado. El disco y los recitales son la última parte de la celebración por los 50 años con la cultura en mi vida. Sólo falta la publicación del libro que cuenta lo que fue Los poetas de Mascaró, el taller Mario Jorge De Lellis y Liberarte. Toda una autocelebración».
Manos a la obra
Por su parte, Infante destaca que «a Juano lo conozco desde hace varios años, y ahí empezó una relación primero artística y después, con el tiempo, humana. Así fue que hicimos Poemas y canciones en la multitud, donde yo cantaba temas de mi disco y Juano leía poemas de su libro. Y a partir de allí pensé ‘yo quiero musicalizar la obra de Juano’. Y como en 2023 cumple 50 años con la cultura, decidí musicalizar algunos poemas suyos como parte de la celebración, así que puse manos a la obra y ahora salió el disco y lo estamos presentando. Realmente salió un trabajo extraordinario. Las canciones llegaron a un cenit. Y eso no es nada fácil».
«Tengo una felicidad enorme», dice la cantante. «Es muy interesante porque se crea un mundo compartido, por eso la canción es independiente del poeta y no es una ‘musicalización’ de los poemas: es una construcción de canciones sobre su mundo poético, que no es lo mismo. Es difícil encasillarme en un estilo, yo hago una canción que es poética y popular a la vez, pero con perfiles o aristas del folclore, el pop, la música del mundo y muchas otras cosas. Estas letras que tomo de Juano las tengo que interpretar con una música que realmente las acompañe. Son búsquedas que tratan de acercarse a la palabra, a lo que está diciendo, y eso no es nada sencillo».
«Uno va encontrando una voz propia también, yo me nutrí con la música y la poesía. Cuando leí a Juano y me sumergí en su mundo, empecé a encontrar esa circularidad que él tiene, es muy atractivo eso: siempre regresa a una idea pero no repite, cuando vuelve te dice otra cosa distinta. Y en estos 50 años en la cultura que cumple él, yo pensé eso también, como retorna todo ese acervo, ese capital cultural, vivencial y familiar, y lo convierte en lo que él es hoy», señala. Y concluye: «Tenemos una relación entrañable, y esto que estamos haciendo es también una manera de celebrar nuestro encuentro en el camino de la vida. Me siento una privilegiada, porque si hay algo que no cambio por nada en el mundo es la posibilidad y la capacidad de crear: es algo que me da la mayor felicidad, es muy satisfactorio. Y lo logramos juntos».