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Agüero, Manchester y después

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Roberto Parrottino

El Kun dejará el City este año luego de convertirse en goleador histórico y conquistar 13 campeonatos. Su influencia en el club que expande su dominio económico, el futuro en la Selección y la posibilidad de jugar con Messi en Barcelona.

Etihad Stadium. El argentino anota de penal ante el Porto de Portugal, en uno de los pocos partidos que disputó en la temporada 2020-2021. (Phil Noble/Pool/AFP)

César Luis Menotti llega al predio de Villa Domínico para iniciar su tercera etapa como entrenador de Independiente. Es 4 de enero de 2005. Tiene 66 años. Para una generación, es el DT con el que la Selección argentina ganó el Mundial de Argentina 78. Saluda, uno por uno, a los futbolistas. Cuando extiende la mano, un jugador se la golpea, le choca el puño y se presenta: «¡Kun Agüero!». «Vos –le indicará más tarde Menotti en las prácticas– tenés que ser como Romario». A los 32 años, Sergio Agüero aún conserva el histrionismo de aquel pibe que se presentó ante Menotti. Pero también es el que convirtió los goles. El anuncio de que dejará Manchester City después de diez años colocó su calidad en perspectiva: el Kun es el goleador histórico del City –con el que ganó 13 títulos– y, por encima del francés Thierry Henry, el extranjero con más goles en la historia de la Premier League.
«Maradona conquistó Italia. Messi conquistó España. Y Agüero conquistó Inglaterra», sintetizó –y acaso exageró– Pep Guardiola, entrenador del Manchester City. Lo concreto es que, en ese club, el Kun ya es leyenda, hay un antes y un después de su llegada. Tendrá un partido despedida y una estatua en el Etihad Stadium. Agüero fue sinónimo de continuidad y consistencia. Como le pidió Menotti a los 16 años, marcó goles de todos los colores. Hasta la actual temporada, el Kun anotó 30, 17, 28, 32, 29, 33, 30, 32 y 23 goles por temporada. Pero en la actual bajó los minutos de juego por una lesión de rodilla, otra muscular en el muslo, y por contagiarse de coronavirus. En el triunfo 2-0 ante Borussia Monchengladbach, por la vuelta de los octavos de final de la Champions League, Agüero ingresó a los 30 minutos del segundo tiempo. Cuando el partido terminó, una cámara captó lo que le dijo a un ayudante de campo de Guardiola: «No me pasan la pelota». El City lidera con holgura la actual Premier y se perfila como favorito en la Champions, una competición que nunca ganó, y que Guardiola tampoco pudo ganar desde que dejó el mando del Barcelona. El Kun ya está de vuelta. Puede sumar más títulos. Su final en el City, sin embargo, está escrito.

Lado B
En la carta en la que anunció el final, Agüero le agradeció a los «propietarios» del Manchester City, que desde 2008 pertenece al emirato de Abu Dhabi. El City fichó al Kun en 2011. En la Premier League 2011/12, con un gol suyo en el minuto 93 ante Queens Park Rangers, el 3-2, ganó la liga después de 44 años. Los títulos del Manchester City les sirvieron a los jeques para comprar clubes-sedes y estrechar convenios en otros países. El City Football Group tiene hoy diez clubes desparramados por el mundo. En Sudamérica, el Montevideo City Torque ya juega desde el año pasado en la primera división de Uruguay. Es el lado B del éxito del City gracias al dinero. Y también al talento del Kun. «Agüero no lo dijo explícitamente, pero es inusual que los jugadores extranjeros duren tanto. Agüero cambió la cultura. Muchos alteraron sus trayectorias en un club repentinamente rico –escribió Richard Jolly en la revista FourFourTwo–. Cuando los jugadores gravitan hacia el nivel de élite, hay menos destinos posibles, y el City tuvo ciertas ventajas a la hora de mantenerlos. Nunca ha existido la necesidad económica de vender. Y sus futbolistas juegan Champions y tienen perspectivas de títulos cada temporada, lo que les da menos razones futbolísticas para irse».

Objetivos
Una década más tarde, de igual modo, Agüero tendrá nuevo club. Y a mitad de año asumirá otro desafío: la Copa América que se jugará entre Argentina y Colombia. Titular en la edición de Brasil 2019, con Lionel Messi y Lautaro Martínez en el ataque, Lionel Scaloni lo quiere en la Selección, pero no a cualquier precio. Sí concentrado en los objetivos, en condiciones físicas, en ritmo. Es una fija hacia Qatar 2022, el que podría ser su cuarto Mundial. El Kun mantuvo en el último tiempo relaciones complejas con sus entrenadores. Aunque «conquistó Inglaterra», como graficó, Guardiola lo dejará marcharse. Esta vez no lo necesita. Guardiola colisionó su gen competitivo y obsesivo ante la aparente poca voluntad y predisposición hacia el juego de Agüero. «Desencuentros tácticos», lo definieron. «Hay partidos en los que necesito un punta», admitió Guardiola. Scaloni no puede repetir la frase: el Kun es uno de los últimos cracks argentinos.
Antes de la noticia de la no renovación con el City, Barcelona ya había trazado la próxima política de fichajes: contratar jugadores libres. Agüero será un futbolista libre. Y algo más: es amigo íntimo de Messi. Barcelona, ya con el nuevo-viejo presidente Joan Laporta, hará «lo necesario» para retener a Messi, máximo goleador histórico de la liga de España. Quizá que juegue con el Kun sea parte del plan. Ronald Koeman, el entrenador holandés, pidió hace meses sumar a un centrodelantero, un puesto vacante tras la partida de Luis Suárez. «Están escribiendo todos Barça, Barça, Barça… Aguantemos un poco, todavía estamos en el City», les dijo Agüero a sus tres millones de seguidores en la plataforma Twitch. «Haber estado diez temporadas en el Manchester City fue algo inusual en esta época para un jugador profesional», remarcó en el comunicado de salida. Es cierto, pero todo concluye. Y el Kun Agüero tiene ahora un nuevo capítulo por delante.

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