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Campana final

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El santafesino, quien oficializó su retiro a los 33 años, construyó una carrera en la que sobresalen dos campeonatos mundiales y recordados combates ante figuras como Floyd Mayweather. Legado y planes futuros vinculados con el pugilismo nacional.

Cumbre. Ofensiva de Maidana frente a Mayweather, en Las Vegas, en setiembre de 2014. (Zuma/Rex Shutterstock/Dachary)

 

Dicen que cuando se espera una mala noticia, al llegar se la sufre menos. Quizás este no sea el caso. Tras perder por segunda vez ante Floyd Mayweather en setiembre de 2014, Marcos Maidana se alejó del ring y, en las pocas apariciones públicas que hizo, dio a entender que no seguiría peleando. Sin embargo, los fanáticos del boxeo manenían las expectativas de verlo nuevamente en el cuadrilátero. No podrá ser. El pasado 9 de agosto, el Chino oficializó su retiro del boxeo.
Cuando la llama se apaga, seguir en una actividad sin estímulos suficientes conlleva riesgos. Especialmente en un deporte en el que la actitud hacia el entrenamiento y el sacrificio son fundamentales, por lo que se necesita estar preparado física, deportiva y psicológicamente. Maidana no encontró más motivación, prefirió disfrutar de la familia y decidió el retiro en el momento que creyó conveniente, algo que no sucede asiduamente en el boxeo, donde muchas veces los pugilistas continúan en actividad aun cuando su tiempo parece agotado.  

 

Espectáculo en el ring
¿Qué deja Maidana? En principio, dos títulos mundiales (en las categorías Superligero y Welter), un récord de 35 peleas ganadas (31 por knock out) y 5 perdidas, y un sinnúmero de combates emotivos, como las dos derrotas ante Mayweather –considerado el mejor boxeador de la historia por muchos–, la caída ante Amir Khan y las victorias ante Adrian Broner, Josecito López y Miguel Soto Karass.
El santafesino dio espectáculo desde su primera pelea, en 2004, cuando noqueó a Adán Basilio Mironchik en el primer round. La diferencia con sus oponentes en el inicio era abismal. Dueño de una derecha letal, Maidana ganó 6 de sus primeras 7 peleas por KO en el asalto inicial. ¿La otra? En el segundo…
Esa fue su marca: la potencia. Pero no la única. El Chino nunca se rendía, si lo derribaban en una contienda lograba reponerse y volvía más fuerte. La tranquilidad que mostraba fuera del cuadrilátero contrastaba con su espíritu aguerrido ni bien pisaba el ring. Con coraje y actitud, se ganó a un público díficil como el estadounidense. Su triunfo ante el –hasta ese momento– invicto Broner, quien nunca había sufrido una caída, fue un cimbronazo en el boxeo mundial.
Así le llegó la chance de combatir ante Mayweather. La primera pelea fue un show, con Maidana tomando la iniciativa para mostrar sus armas y hasta dejando sentido a su oponente, cuya mayor virtud es la defensa y la velocidad. Pocas veces al norteamericano lo alcanzan con golpes de lleno, y Maidana lo hizo. La pelea fue tan buena que Money –como apodan a Mayweather– accedió a darle una revancha pocos meses después, aunque con un Maidana ya sin ese «fuego sagrado». Otra vez fue derrotado el santafesino, y hasta ahí llegó su carrera profesional.
De todas maneras, el de Margarita no se desconectará totalmente del mundo del boxeo. Seguirá ligado con la actividad con el Team Maidana, su empresa que entrena y representa a grandes proyectos del pugilismo argentino como Brian Castaño, Jesús Cuellar, Javier Maciel, Alan Castaño y su hermano menor, Fabián Maidana, entre otros. En ellos quedará tomar la posta de un deporte que, con la ida del Chino, se quedó sin grandes representantes albicelestes. Brian Castaño y Cuellar ya tienen varias peleas y un buen rodaje, y se les augura un futuro promisorio. En tanto que Alan Castaño y el menor de los Maidana también son buenos proyectos, y de a poco van sumando fogueo con peleas en Estados Unidos, la cuna del boxeo mundial. Mientras tanto, y con las espaldas cubiertas, el guerrero Marcos René Maidana ya reposa tranquilo.

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