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En el podio mayor

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El alemán, acreedor de varios records, obtuvo su cuarto título de forma consecutiva y se ubica entre los pilotos más ganadores de la Fórmula 1 a lo largo de su historia.

 

Primeros. Vettel, a bordo de su Red Bull, un binomio que sigue cosechando triunfos. (Singh/AFP/Dachary)

Sebastian Vettel y Red Bull Racing. Esa es la combinación que hoy domina en la Fórmula 1 y ya está dejando una huella en la historia. El piloto alemán se consagró campeón de la temporada 2013 de la máxima categoría del automovilismo mundial, en lo que fue su cuarto título de manera consecutiva. De 2010 a esta parte, tanto el alemán como la escudería austríaca han demostrado una notable superioridad con respecto al resto.
En un campeonato pactado a 19 carreras, y con pocas innovaciones tecnológicas o reglamentarias, a Vettel le alcanzaron 15 para alzarse con el trofeo. Si bien el inicio de la temporada fue relativamente parejo, con cuatro ganadores distintos en las primeras seis carreras, el camino del alemán hacia el título no tuvo mayores complicaciones. Sus principales competidores fueron quedando en el camino uno a uno debido al abrumador dominio del Red Bull manejado por el tetracampeón.
El único que pudo seguirle el ritmo a Vettel durante casi toda la temporada, principalmente por su gran habilidad para exprimir su auto hasta el máximo, fue Fernando Alonso. El español de la escudería Ferrari, bicampeón del mundo en las temporadas 2005-06, luchó hasta donde pudo con un auto que no estaba a la altura del Red Bull, pero nada pudo hacer a partir de la mitad de la temporada, cuando el alemán empezó a volar en la pista. De las últimas 9 carreras (aún quedan dos por correrse) Vettel ganó 8, las últimas 7 de manera consecutiva. Otros 2 pilotos que habían arrancado bien el año pero cedieron ante el potencial de Vettel fueron el inglés Lewis Hamilton y el alemán Nico Rosberg, ambos de la escudería Mercedes.
El dominio de Vettel y de Red Bull fue tan grande que la escudería también logró su cuarto título consecutivo de constructores, y con varias fechas de anticipación, aun con un segundo piloto que no pudo ganar ninguna carrera y tuvo una campaña irregular, como lo fue el australiano Mark Webber, quien no se lleva bien con Vettel y con quien ya tuvo varios encontronazos tanto dentro como fuera de la pista.

 

El nuevo Schumacher
Sebastian Vettel nació en 1987, al igual que otros dos grandes deportistas como Lionel Messi y el tenista Novak Djokovic. Con apenas 26 años, cumplidos en julio, el alemán ya se metió en la historia grande de la Fórmula 1 y, por qué no, del deporte. Gracias a sus cuatro títulos en la misma cantidad de años, Vettel ya se ubica en el podio de los más campeones de la categoría, apenas por detrás de su compatriota Michael Schumacher (7 títulos), Juan Manuel Fangio (5) y compartiendo el tercer lugar con el francés Alain Prost.
Vettel debutó en la máxima categoría del automovilismo en 2006, en el equipo BMW Sauber. Al año siguiente pasó a Toro Rosso, la segunda marca de Red Bull y filial de la firma austríaca. Luego de dos años, dio el salto a Red Bull, donde consiguió el subcampeonato en su debut con el equipo en 2009, secundando al inglés Jenson Button, de McLaren. Ya en 2010, Vettel logró el título con Red Bull, convirtiéndose en el campeón más joven de la historia. Son varios los récords que ostenta el nacido en Heppenheim, como haber sido el debutante más joven en la categoría, el piloto más joven en ganar una carrera y seguramente seguirá batiendo varias marcas, debido a su juventud y a la proyección de su carrera.
Si bien se lo critica por su falta de carisma y su carácter hosco, Vettel no le da mucha importancia a eso y dedica sus esfuerzos exclusivamente a su carrera. Ya desde pequeño el alemán contó con un compañero de ruta inseparabla dentro del automovilismo: Red Bull. Vettel ingresó al Programa de Jóvenes de la marca a los 12 años, donde se inició corriendo en karting, y comenzó a subir escalones hasta llegar al lugar donde está hoy. La escudería, un «capricho» de Dietrich Mateschitz, dueño de la marca de bebidas energizantes del mismo nombre, apostó por él y Vettel pagó con resultados. La gran inversión del magnate austríaco, que además es dueño del Red Bull Salzburg, un equipo de fútbol de Suiza, incluyó también a Adrian Newey, quien es considerado el mejor ingeniero y diseñador de autos de la Fórmula 1, y que venía de trabajar en McLaren. Newey es, quizás, la clave del éxito de la escuadra de Mateschitz.
La sociedad entre Vettel y Red Bull viene dominando la Fórmula 1 desde 2010. Los fanáticos de la categoría esperan que para la temporada 2014 al menos el campeonato sea un poco más parejo, y para eso necesitan que tanto Ferrari como McLaren y Mercedes desarrollen un auto que pueda competirle a los Red Bull. Por lo pronto, la escudería austríaca ya anunció a un nuevo compañero para Sebatian Vettel: Daniel Ricciardo. El australiano, actual piloto de Toro Rosso, reemplazará a su compatriota Mark Webber. Más allá de este cambio en el segundo piloto de la marca, los cañones del resto de los competidores estarán apuntados hacia Vettel, a quién tratarán de bajar de la cima. ¿Podrán Alonso, Hamilton, Kimmi Räikkönen o Nico Rosberg robarle la corona al alemán? Habrá que esperar hasta 2014.

Germán Esmerado

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