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En nuevas manos

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Tras 10 años con Dady Gallardo, entrenador que condujo al seleccionado a los dos últimos Juegos Olímpicos, asumió el español Manolo Cadenas con la difícil misión de clasificar para Tokio 2020. La apuesta de fondo: potenciar el crecimiento de la disciplina.


Otra era. Cadenas y la pelota durante la presentación como técnico del equipo albiceleste. (PLZPhoto)

Los jugadores y los entrenadores suelen ser actores clave de éxitos relevantes en los deportes colectivos, aunque generalmente responden a un factor primordial: la apuesta de un proyecto a largo plazo en el que las ideas progresan más allá de los intérpretes de turno. Eso lo supo siempre Eduardo Gallardo y también Manuel Cadenas. El primero es el exentrenador del seleccionado argentino de handball y el segundo, el flamante director técnico, un experimentado formador español de 62 años que acaba de desembarcar en la Argentina con la misión de intentar clasificar al seleccionado nacional a los Juegos Olímpicos de Tokio 2020.  
 Existe, además de ese objetivo, otro reto importante de cara al futuro, vinculado con seguir expandiendo las bases de la disciplina en el país. Con esas premisas asumió Cárdenas, un hombre nacido en Castilla y León que  viene de dirigir a su seleccionado desde 2013 hasta 2016 con buenos resultados, entre ellos las medallas de bronce y de plata conseguidas en el torneo Europeo de Dinamarca 2014 y Polonia 2016. Cautivado por dirigir en la Argentina, Cadenas tomará la posta de un equipo que trabajó con Gallardo desde 2007 hasta enero de este año, cuando el combinado nacional –conocido como Los Gladiadores por su entrega absoluta– terminó 18º de 24 equipos en el Mundial de Francia que se disputó en enero. Ese fue el resultado que provocó la renuncia de Dady, quien ya había anunciado sus ganas de apartarse incluso antes de la Copa del Mundo.
Gallardo, que igualmente sigue ligado a la Confederación Argentina de Handball (CAH) y también dirige la primera de River Plate en la Liga de Honor de la Federación Metropolitana, fue el artífice intelectual y conductor del grupo que en los últimos nueve años marcó el crecimiento del handball nacional. Con él como entrenador, la Argentina logró sus dos primeras y únicas participaciones en Juegos Olímpicos (Londres 2012 y Río 2016), además de la obtención de un oro y una plata en los Panamericanos de Guadalajara 2011 y Toronto 2015.
La única plaza que tiene Sudamérica para la cita máxima del deporte mundial estará en juego en los Panamericanos de Lima 2019, por lo que la Argentina necesitará sí o sí salir campeón, algo que implica tener que derrotar obligatoriamente a Brasil, la gran potencia regional.
«Valoro el trabajo de mis predecesores en el cargo, en este caso Dady Gallardo. La selección argentina ahora es conocida en todo el mundo. Creo que el listón está muy alto y lo sé, pero yo aquí quiero transformarme. En cada nuevo reto debe haber una transformación personal», aseguró Cadenas, quien además de haber dirigido al equipo español, también comandó a clubes de España y Polonia.

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«A diferencia de Europa, aquí creo que tengo una pequeña ventaja y es que puedo trabajar con un grupo de jugadores durante todo el año. A ese grupo se pueden incorporar otros jóvenes, entonces intentaré influir sobre ellos. Además me gustaría que los jugadores hagan también un trabajo individual en el aspecto físico y técnico», explica este DT que ya planea organizar concentraciones que incluirán tanto a los jugadores amateurs que juegan en el país como a los profesionales que actúan en el exterior.
El difícil objetivo de llegar a Tokio 2020 no parece infundirle temores a Cadenas, un hombre que respira handball e inspira confianza. Así lo definió hace algunos años el arquero danés Kasper Hvidt, a quien Cadenas dirigió en el club Ademar León, de España. Un día, el jugador le regaló al DT un ejemplar de Don Quijote de la Mancha y le dijo: «Tú contagias pasión y nos haces creer que podemos luchar contra cualquier equipo». Un hecho que, de alguna manera, constituye una carta de presentación fuerte del entrenador ibérico para buscar escribir su propia historia en la Argentina.