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Estímulo nacional

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La creación del organismo deportivo favoreció el desarrollo de disciplinas y atletas amateurs, a partir de un sostenido respaldo económico. Federalización de talentos y apuesta olímpica.

 

Gimnasia artística. Campamento con miras a los Juegos Olímpicos de la Juventud 2018. (Prensa Enard)

El Ente Nacional de Alto Rendimiento Deportivo (ENARD) entró en funciones en agosto de 2010, luego de que el Senado de la Nación lo convirtiera en ley en diciembre del año anterior. Transcurrido un lustro de su creación, los resultados ya se pueden observar en la gran mayoría de los deportes amateurs de la Argentina.
El objetivo del ENARD, que se financia principalmente de un impuesto del 1% sobre la facturación de las empresas de telefonía celular, es gestionar y coordinar tanto el apoyo económico como el desarrollo deportivo de los atletas nacionales mediante becas a los propios deportistas y a los entrenadores, así como aportar dinero para solventar participaciones en competencias fuera del país o bien para ayudar a las provincias y municipalidades en la organización de torneos tanto nacionales como internacionales.
Además, el ente destina parte de su presupuesto a sostener el laboratorio de control antidoping, asegurar la cobertura médica de los atletas, contratar especialistas en ciencias aplicadas al deporte y adquirir elementos necesarios para la práctica y desarrollo de los deportistas. Por otro lado, una fracción de sus fondos son asignados a impulsar los deportes paralímpicos y patrocinar a sus atletas.
Si bien depende de la Secretaría de Deportes del Ministerio de Desarrollo Social de la Nación y del Comité Olímpico Argentino (ambos son socios fundadores y coadministradores del ente), el ENARD es un organismo de composición mixta, estatal y privada, de conducción alternada y representación igualitaria. Su principal tarea es gestionar los recursos antes mencionados para lograr volcarlos en el desarrollo de políticas de alto rendimiento deportivo para lograr que los atletas se concentren en la competencia y así mejoren su performance.

Plazos
El Plan de Desarrollo, que se implementa desde que el organismo entró en funciones, tiene objetivos inmediatos y a largo plazo. En primer lugar, se trata de crear una red federal de detección de talentos y de apoyo y crecimiento en las provincias. Más allá de que la mayoría de los atletas viaja a Buenos Aires para entrenarse en el Centro Nacional de Alto Rendimiento Deportivo (el CENARD, con sede en el barrio de Núñez, y creado en 1950 durante la presidencia de Juan Domingo Perón), uno de los objetivos es federalizar los entrenamientos. Es decir, ayudar a las provincias con becas a técnicos y con el aporte de materiales necesarios para la práctica del deporte. A largo plazo, el ENARD comprende «una planificación que apunta a tres ciclos olímpicos, intentando alcanzar progresivamente la elite regional, continental y olímpica, a partir de la mejora sistemática de las estructuras fundamentales del deporte de representación nacional», según consta en su página web.

Crismanich. Figura olímpica con taekwondo, disciplina que crece. (Télam)

En los Juegos Olímpicos de Londres 2012 se observaron visibles progresos, derivados de la implementación del ENARD. Al margen de las medallas, el deporte argentino consiguió 10 diplomas olímpicos (un reconocimiento a los que terminan entre el cuarto y el octavo puesto en cada disciplina). Este número fue el tercero más alto en la historia, y el mejor desde Helsinki, Finlandia, en 1952. Entre otros deportes, lograron el diploma el canotaje, el judo, la gimnasia artística y el lanzamiento de bala. Además, la única medalla de Oro de la delegación nacional fue conseguida por Sebastián Crismanich en taekwondo, una disciplina que viene creciendo a pasos agigantados en el país, en buena parte gracias al aporte del ENARD.
Otro deportista que se viene situando entre los mejores en los últimos años, y en una disciplina en la que Argentina no suele destacarse, es Germán Lauro. El bonaerense, sexto en Londres 2012 y séptimo en el Mundial de Atletismo de Moscú 2013 en lanzamiento de bala es una clara muestra de lo que busca el ENARD. Y Lauro así lo entiende: «El ENARD cambió el deporte argentino. Nos está dando una mano grandísima en la preparación, y espero que lo siga haciendo», sostuvo en declaraciones a Télam.
El ENARD tiene otro importante objetivo a mediano plazo: los Juegos Olímpicos de la Juventud que se desarrollarán en Buenos Aires en 2018. Las evaluaciones de aptitud física para detectar talentos ya se realizaron, al igual que los testeos para los jóvenes federados de los 28 deportes que serán parte de la competencia y a los participantes de los Juegos Nacionales Evita 2014. Estas pruebas fueron aplicadas a los chicos nacidos en 2000 y 2001, que son los que podrían participar de los Juegos en 2018.
En enero y febrero se desarrollarán campamentos provinciales y concentraciones con los talentos federados. Luego se pasará a la capacitación de los entrenadores y al período de entrenamiento, para que más tarde los atletas elegidos ingresen al Programa de derechos sociales y valores olímpicos.
Los Juegos de la Juventud de 2018 servirán como prueba y experiencia de las aptitudes del ENARD, que deberá sacar conclusiones y, seguramente, promoverá a varios deportistas de cara a los Juegos Olímpicos de Tokio en 2020. Será la meta final del Plan de Desarrollo de un organismo que en cinco años potenció el deporte de Argentina con la aparición de atletas muy promisorios y buenos resultados en distintas especialidades.

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