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Tras lograr su mejor ubicación en un mundial, el seleccionado intentará clasificar por segunda vez a un juego olímpico en el torneo que comienza el 20 de marzo. La preparación y el análisis de los rivales en la mirada de su entrenador, Dady Gallardo.


Japón. Avance albiceleste ante Suecia, próximo adversario, durante la última copa del mundo. (NA)

Hay que creer, tenemos con qué». En su teléfono celular, la frase identifica a Eduardo Dady Gallardo, entrenador de la selección femenina de handball, y simboliza la ilusión que tienen el técnico y su equipo de cara al Preolímpico de Liria, España, donde buscarán entre el 20 y el 22 de marzo un boleto para los Juegos Olímpicos de Tokio 2020.
No será sencillo para la Garra, como se conoce a la selección, conseguir su objetivo, ya que competirá con el local España, subcampeón en el reciente Mundial disputado en Japón; Suecia, séptimo en el ranking; y Senegal, segundo de África. El torneo entrega dos plazas, al igual que los otros dos cuadrangulares que se disputarán en simultáneo. Esos seis países se sumarán a Japón (organizador), Francia (campeón de Europa), Brasil (campeón Panamericano), Corea del Sur (campeón de Asia), Angola (campeón de África) y los Países Bajos (campeón mundial), que ya tienen garantizada su participación en Tokio.
Más allá de la dificultad que auguran los adversarios, Argentina irá a España a buscar la plaza olímpica y no a ganar experiencia, como hubiese sido hace unos años. La única vez que la albiceleste participó de los Juegos fue en Río 2016, cuando Brasil no disputó eliminatorias por ser anfitrión. «El objetivo es la clasificación, vamos con esa mentalidad», dice Gallardo a Acción. «Si después no la conseguimos, evaluaremos las enseñanzas que nos deje», agrega.
Para ese cambio de mentalidad, mucho tiene que ver el reciente Mundial, donde las chicas argentinas fueron decimosextas y consiguieron su mejor actuación histórica. Pero, sobre todo, fueron competitivas en todos los partidos. «Todavía sufrimos desconcentraciones que nos cuestan partidos, aunque lo venimos corrigiendo», reconoce Gallardo, quien tiene muy en claro las virtudes que elevaron el nivel del equipo y los errores que aún no le permiten superar a los rivales más encumbrados. «Tenemos un ataque fijo que es un poco indescifrable y que nos permite marcar muchos más goles que antes. Y también mejoramos en defensa. Lo que todavía nos está costando es anotar goles en contragolpe, ajustar las pérdidas», se sinceró.

En carrera
Además de la mejora colectiva, el conjunto de Gallardo cuenta con varias jugadoras compitiendo en ligas europeas, experiencia que les sirve para adquirir roce internacional. Nombres como el de la goleadora Elke Karsten, central del Debreceni húngaro; la arquera Marisol Carratú, figura del Guardés español; la armadora zurda Luciana Mendoza, del Achenheim Truchtersheim francés; o la pivot Rocío Campigli, del Málaga, alimentan la ilusión. Otro aspecto que permite mirar el Preolímpico con optimismo es la preparación, superior a experiencias anteriores. El técnico y las jugadoras del medio local ya están practicando desde mediados de enero. Y el plantel completo estará en España cinco días antes del torneo.
El optimismo del entrenador se vincula con lo que ocurrió durante el último Mundial de Japón. En este sentido, Gallardo advirtió que las distancias con los equipos poderosos no son tan inalcanzables. «España, como todas las potencias europeas, es muy fuerte. Hay que ver cómo llegan a este torneo», señala Dady. Por presente, el rival a vencer parece ser Suecia, que finalizó séptima en Japón y que le ganó a Argentina 30-23 durante el torneo, aunque no reflejó lo disputado que fue el juego. «A Suecia le hicimos un gran partido. Las obligamos a lanzar de afuera, sin que pudieran elaborar juego en muchos pasajes. Tenemos que jugar de la misma manera», remarcó el técnico. El adversario del debut será Senegal, en teoría el más débil, aunque no hay que confiarse teniendo en cuenta su poderío físico.
Al cabo, y pese a la complejidad, se trata de dar un salto de calidad que potencie un proyecto para el futuro. Liderado por un hombre de experiencia como Gallardo, la Garra intentará concretar el objetivo de llegar a Japón con una gran dosis de realidad y muchísima ilusión.

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