11 de mayo de 2022
Una prueba de arqueras en River atrajo a 70 jugadoras. Y el Monumental se abrió por primera vez a un Superclásico. Hay partidos que se pueden seguir por la TV Pública o por DeporTV. Los clubes informan en sus cuentas oficiales, hay programas especializados y los medios dominantes ya no pueden ocultarlo. Van tres años de (semi) profesionalización del fútbol femenino en la Argentina, justo previo al Mundial de Francia. Y es inevitable observar cómo la selección es un espejo de lo que ocurre en el fútbol local.
Días atrás, la periodista Claudia Villapun se mostraba en redes sociales bajando de un mangrullo luego de una transmisión. Son las condiciones de trabajo en campos que no están preparados para la televisación, salvo cuando se juega en los propios estadios de los clubes, algo que ocurre pocas veces. Y esto no solo grafica lo que ocurre con las periodistas. Es también lo que viven las jugadoras.
Además de los salarios (aún bajos, asemejados a la Primera C masculina), se generan desigualdades entre clubes con mayor y menor presupuesto. Ahí pelea arriba UAI Urquiza, River y Boca, pero también va creciendo Racing. San Lorenzo, aún con un torneo irregular, también estuvo ahí. Incluso equipos que están en el Ascenso pero en el femenino están en Primera como Estudiantes de Caseros, Ferro, Excursionistas o Defensores de Belgrano; pero así como la selección es un equipo para armar, la liga también. La disputa de espacios continúa.