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Los nuevos juegos

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Con el fin de convocar a los jóvenes y abrirles paso a disciplinas populares en el país organizador del evento, Japón 2020 sumará cinco deportes: béisbol y sóftbol, surf, skateboard, escalada deportiva y karate. Intereses económicos y posibles riesgos.

En programa. El béisbol regresa tras doce años, en tanto el surf hará su debut. (izq. Richards/AFP/Dachary, der. Leong/AFP/Dachary)

 

El cierre de los Juegos Olímpicos Río de Janeiro 2016 entregó, además del emotivo desfile de los atletas participantes y la diversidad de colores y bailes, un momento de gran espectacularidad con la bienvenida a Tokio 2020, la cita que promete un mayor despliegue tecnológico y grandes novedades. La próxima competencia no parece ser una más en la historia de los Juegos en virtud de los cambios. El más significativo y ya confirmado por el Comité Olímpico Internacional (COI) es la incorporación al programa oficial de cinco disciplinas –karate, béisbol (y sóftbol en su modalidad femenina), surf, escalada y skateboard– que sumarán 474 nuevas plazas (210 femeninas y 264 masculinas) en 18 pruebas, sin que se resten cupos para los otros deportes.
El alemán Thomas Bach, máximo responsable del COI, destacó la iniciativa aunque aclaró que lo que se decidió para Japón 2020 no es vinculante para el futuro. Existe un contexto que, en cierto modo, explica la citada novedad. Desde que Bach preside la institución, hubo modificaciones en materia de política deportiva. Una de las más resonantes se vincula con establecer que cada ciudad organizadora de los Juegos Olímpicos tenga la potestad de proponer nuevos deportes para que se sumen al calendario de disciplinas ya establecidas.  
Bach, tras lo acordado por el COI y el comité organizador de Japón 2020 en la asamblea realizada horas antes de la apertura de los últimos juegos, sostuvo que la iniciativa tiene por objeto llevar el deporte a los jóvenes, al focalizar en las disciplinas populares de Japón. Sin embargo existen otras aristas a tener en cuenta. Thosiro Muto, director general del Comité Organizador de Tokio 2020, admitió que el desafío es minimizar el impacto que pueda tener la incorporación de más actividades en el presupuesto del país. Aludió, de ese modo, a uno de los puntos fundamentales de la disposición del COI: los anfitriones no pueden excederse en los gastos prometidos.
En ese marco, el factor económico adquiere especial importancia. Por caso, otro de los  requisitos que las nuevas disciplinas deben cumplir para contar con la aprobación del organismo se relaciona con el volumen de ingresos por venta de entradas y derechos televisivos. «La inclusión de los deportes siempre está relacionada con cuestiones políticas, aunque el COI no lo diga, y económicas. La incorporación de más deportes también implica incluir nuevas marcas y sponsors», explica a Acción Milagros Lay González, periodista especializada en deporte olímpico.
 

Regresos y estrenos
En lo que respecta a las actividades que se incorporarán en Tokio, existen expectativas sobre su posible éxito y también ciertos temores. El béisbol para los hombres y el sóftbol para las mujeres (el deporte nacional en Japón) volverán al programa oficial luego de su exclusión en 2008; mientras que los otros cuatro (surf, escalada, skateboard y karate) harán su estreno absoluto. Muchas de estas actividades, según las autoridades, son practicadas y muy apreciadas por la juventud (por caso, el surf y el skateboard), en tanto el karate tiene el plus de que nació en Japón y la escalada deportiva ofrece el atractivo del paisaje y la competición en las alturas. No obstante, se vislumbran incógnitas. En la disciplina madre, las autoridades del COI deben lograr que los organizadores de las ligas profesionales de Estados Unidos y la Confederación Mundial de Béisbol y Sóftbol interrumpan los calendarios de los torneos durante Tokio 2020, con el fin de que las grandes figuras de esas disciplinas sean de la partida. El objetivo es evitar lo que sucedió en Río 2016 con el golf, que regresó a los Juegos pero no presentó a sus mejores exponentes.
Más allá de las incógnitas, los cambios están en marcha y podrían inaugurar otra era en los juegos, entre otras razones porque el COI no es ajeno a los intereses que se mueven dentro del negocio del deporte. Resta saber si las modificaciones realizadas –las recientes u otras por venir– perjudican o, en cambio, potencian el desarrollo de una competencia que desata fervores extendidos en todo el planeta.

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