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Pelota al pie

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Con 19 años, el defensor asombró con su exquisita técnica en Estudiantes de La Plata y el sub 20, lo que motivó su llegada al Tottenham inglés por una cifra millonaria. Su inicio como volante, clave en su desarrollo futbolístico. El rol de Mauricio Pochettino.

De élite. El expincharrata exhibe la camiseta del Tottenham, gran animador de Europa. (Tottenham Spurs)

Cuando a Juan Marcos Foyth le preguntan por una virtud, dice, sin dudar: «Salir jugando». Cuando le piden un referente, nombra al brasileño Kaká, un mediocampista ofensivo. Foyth, sin embargo, juega de defensor central. Con 19 años y apenas ocho partidos en la Primera de Estudiantes de La Plata, el Tottenham de Inglaterra compró ahora su pase en 10,5 millones de euros, lo que constituyó la transferencia más alta en la historia del club argentino. Foyth descartó la oferta del Paris Saint-Germain de Francia, el equipo de Neymar. Siete llamados de Mauricio Pochettino, el entrenador argentino del Tottenham, lo convencieron para elegir Londres. Antes de viajar, Jorge Sampaoli, el técnico de la selección argentina, se reunió con Foyth en el predio de Ezeiza. El nacido en La Plata, al fin y al cabo, es un jugador que se proyecta titular del seleccionado. «Foyth es una mezcla de Baresi y de Beckenbauer, aunque mis palabras suenen apresuradas», dijo Gustavo Matosas, el entrenador de Estudiantes.
Las claves para comprender por qué Foyth juega como juega –gambeteando hacia adelante, con amagues, erguido en su 1,87 metros– comienzan a aparecer a los 11 años, cuando llegó a las inferiores de Estudiantes desde el barrio Villa Elvira. Jugaba en la mitad de la cancha, de cinco, con mucha técnica. La siguiente imagen es en la Séptima División, a los 16 años, en 2014. Martín Gaimaro y Juan Krupoviesa, los entrenadores de la categoría, decidieron colocarlo de zaguero. Más de una vez, entonces, los técnicos rivales le gritaban a sus jugadores que era el 2, no el 10, por la facilidad con la que los eludía. De la Quinta saltó a la Reserva. De ahí en más, la trayectoria de Foyth fue en ascenso. Este año jugó el Sudamericano Sub 20 en Ecuador con la selección juvenil, y aunque después fueron eliminados en la primera ronda del Mundial de Corea del Sur, captó la atención de los clubes más poderosos de Europa.

Otro horizonte
«El Tottenham es un club que les da oportunidades a los jóvenes y es por eso que me decidí para ser transferido. Hablé con Pochettino y me explicó todo lo que representa en Inglaterra. Estoy disfrutando mucho todas estas cosas que me están pasando. Es un momento increíble. Voy a tener la posibilidad de marcar a Cristiano Ronaldo». Esas fueron las primeras palabras de Foyth con los colores del Tottenham. Pochettino jugaba de zaguero. Fue parte del seleccionado en el Mundial de Corea-Japón 2002, durante el ciclo de Marcelo Bielsa. En ese sentido, también, se entiende la decisión de Foyth. Subcampeón del Chelsea en la Premier League, el Tottenham enfrentará a Real Madrid, Borussia Dortmund y APOEL Nicosia en el grupo H de la Champions League. «No me importa demasiado la edad de mis jugadores. Quiero jugadores formados, agresivos y con personalidad. Si lo consiguen a los 30 o a los 21, es un tema de ellos», sostuvo Pochettino, quien estructuró a su equipo con juveniles.
La tranquilidad con la que juega Foyth fue otro punto que asombró en la Argentina y en Inglaterra. Atrás quedaron los tiempos en que se enojaba en el Club Victoria de La Plata y lo expulsaban seguido. Los días de lluvia se suspendía la práctica, esto le disgustaba así que su padre lo tenía que llevar igual para que se tirara a jugar en el barro. Al debutar en Estudiantes, no quería acercarse a sus nuevos compañeros por timidez. En los meses en Primera, adquirió experiencia para afrontar lo que vive hoy en el Tottenham: compartió la zaga con Leandro Desábato, quien tiene 38 años, mientras miraba por televisión a los centrales Gerard Piqué (Barcelona) y Mats Hummels (Bayern Múnich). Tal vez otro de los secretos de su juego lo reveló el propio Foyh al destacar que su estilo le debe mucho a Estudiantes. «En el club nos dan una identidad en la que nos forjan la personalidad y nos enseñan que esto es una familia. Aprendí a mirar antes de que te llegue la pelota», dijo. Mirar antes de que llegue la pelota, un modo de adelantarse en el tiempo. De ser el central del fútbol del futuro.

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