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Protagonista Central

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Símbolo canalla, el entrenador condujo al club rosarino a los primeros planos de las competencias locales, con un estilo de juego ofensivo y aclamado por los hinchas.

 

Líder. Coudet, en el último partido del año disputado por Central en su estadio. (Télam)

Si a un entrenador también se lo puede conocer por los cambios que hace, a Eduardo Coudet habrá que admitirle la audacia. El técnico de Rosario Central no acostumbra a replegarse en la victoria. Es capaz de estar ganando 2-0 y poner, como hizo contra Argentinos Juniors, a Franco Cervi, César Delgado y Franco Niell por José Luis Fernández, Marcelo Larrondo y Marco Ruben. Ejemplos de decisiones como esa hay varios, como cuando goleaba a Gimnasia 3-0 y mandó a la cancha a Cervi por Giovani Lo Celso y, un rato después, con el 4-0 puso a Niell por Larrondo. Todos jugadores ofensivos, hombres de ataque, que entran frescos a la cancha como muestra de las ganas de ir por más. De ir por todo, el lema tácito de Rosario Central durante 2015.
Es cierto que –polémicas al margen– eso no se tradujo en títulos y que quedó en un tercer puesto en el torneo largo de 30 participantes y en un segundo lugar en la Copa Argentina. También es cierto que no solo por eso Coudet fue el técnico que más llamó la atención en el año de su debut. Pocos son capaces de no reconocerle a Rosario Central –el equipo que comenzó a diseñar en su cabeza apenas asumió, en diciembre de 2014– el mérito de haber sostenido su ritmo y estilo de juego en un campeonato largo. Si Boca arremetió sobre todo en el segundo semestre, con el regreso de Carlos Tevez, Central fue un equipo de calendario completo, aun con bajones; incluso cuando haya terminado con menos puntos que Boca.
Coudet era un misterio como técnico. Con 40 años y sin experiencia previa, Chacho se sumó al lote de entrenadores jóvenes que pueblan el fútbol argentino. Llegó con Ariel Garcé como ayudante de campo, otra incógnita. Central pronto se convirtió en la sorpresa: 5 triunfos consecutivos, un récord que el club solo había conseguido en el Nacional de 1967 y el Metropolitano de 1979. Esas 5 primeras fechas con puntaje ideal lo pusieron a Coudet como un hacedor novato. Tenía, además, a un goleador hambriento como Ruben, que también había vuelto a sus pagos.
Coudet es canalla por adopción. Nació en Buenos Aires, creció en Saavedra, empezó su carrera en Platense y recién ahí llegó a Central, que lo hizo propio aunque luego haya girado por San Lorenzo, River, Celta de Vigo, San Luis y Necaxa de México, y Philadephia Union y Fort Lauderdale Strikers de Estados Unidos. Aunque un par de veces, en el medio de todo eso, volvió a Central. A Coudet lo identifican esos colores: alguna vez contó que le hizo atrasar la cesárea al médico de su mujer para que su hija naciera un 19 de diciembre, en el aniversario de la palomita de Aldo Pedro Poy.
Mientras que por momentos aparece sereno y reflexivo, en ocasiones explota. «Que no nos tomen de boludos», reclamó cuando tenía que definir el torneo con Boca y no ponían los partidos en el mismo horario, algo que finalmente consiguió que se hiciera. Explotó con los pésimos fallos de Diego Ceballos en la final de la Copa Argentina y, unos días después, pidió calma a la tribuna cuando Boca jugó en Rosario por la última fecha del torneo. Aunque da la imagen de ser uno de esos técnicos motivadores que apuestan más a la intuición, quizá porque vive los partidos con intensidad, Coudet trabaja sobre cada detalle.
Los jugadores de Central lo sienten cercano. Marco Ruben contó que no paró de reclamarle que volviera para sumarse al equipo. Le insistió tanto que aceptó. Sacó de abajo a Lo Celso, le dio firmeza a la aparición de Cervi, la pegó con Larrondo y fue preciso con la repatriación de Javier Pinola. Y cuando logró que cada pieza le respondiera la hinchada canalla lo reconoció: «Y ya lo ve, y ya lo ve, es el equipo de Coudet».
«Veo todos los partidos, hablo con el Chacho y me pone muy feliz que Central esté en este momento. Antes de que agarrara, le tenía mucha fe», dijo hace poco Ángel Di María. «Es el mejor del campeonato», lo elogió otro hincha de Central, César Luis Menotti. No pudo ser el torneo. Tampoco la Copa Argentina. Coudet mira hacia delante; hacia lo que viene. «El fútbol no te da revancha –dice Chacho– tenés que ir a buscarla».

Alejandro Wall

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